La hermandad de los Desamparados fue la primera en salir en esta calurosa tarde de Viernes Santo. Lo hacía a las 18:10 horas desde su Capilla. Es imponente ver al Cristo de la Sangre que tallara Alfonso Berraquero procesionando por las calles, llevando a sus pies a María Magdalena, en un paso exornado con calas moradas, cardos y lentisco y acompañado de la capilla de música de la Banda del Nazareno.
María Santísima de los Desamparados, todo su paso decorado con rosas blancas, salía un año más acompañada de la Banda de Jesús Nazareno, que este año recuperaba la marcha Desamparo por tu sangre que le compusiera José Ribera Tordera en 1996. Esta hermandad celebra este año el 25 aniversario de la bendición de la Virgen, para el que ha preparado un programa de actos.
La segunda de las hermandades en salir a la calle era la del Santo Entierro, hermandad que en su discurrir por las calles tiene una doble imagen. Al salir hasta la carrera oficial, se ve un cortejo donde lo acompañan las autoridades de la ciudad, la corporación municipal bajo mazas, un nutrido número de representantes militares, así como una representación de las demás hermandades, lo que hace que la hermandad luzca con gran brillantez.
Pero esta hermandad a su vuelta se convierte en una Cofradía más en silencio, con el sonido de la Capilla de música en el paso del Señor y la banda de música de San José Artesano con la Virgen del Mayor Dolor en Su Soledad. Momentos muy bellos se vivieron a su paso, ya de recogida, por la Plaza del Carmen, que lo hace a oscuras y así la hermandad se recogió en verdadero recogimiento.
La hermandad de la Soledad hizo su salida desde la iglesia Mayor a las 19:30 horas. Este año era una salida especial ya que esta hermandad ha empezado a celebrar el 275 aniversario de su fundación, una hermandad, que va de la mano de la propia historia de la ciudad. La hermandad como siempre tiene un discurrir que el público espera por las calles de su barrio, para salir por ese callejón estrecho que es el de Nicolás Carrillo para recogerse, con una plaza llena de personas deseosos de presenciar la siempre emotiva recogida.
La hermandad del Rosario fue la que cerró este tan esperado Viernes Santo y que debido a las inmejorables condiciones climatológicas dejó estampas únicas de las hermandades por las calles de la ciudad. Esta hermandad no lleva música. Los hermanos procesionan rezando el Rosario. Bello es su paso por el Parque y como siempre el momento más emotivo es su paso por el cementerio, donde se reza un responso por los difuntos.