Y lo ha hecho rompiendo todos los pronósticos, desde aquel discurso en la convención demócrata de 2004, cuando no era ni senador, que encandiló a todo el mundo hasta presentarse como candidato contra la que todo el mundo colocaba como favorita, Hillary Clinton, ex primera dama.
El logro de Obama tiene mucho que ver con su enorme capacidad oratoria, con su estudiada campaña a través de Internet, con su acercamiento al lobby cristiano, a los jóvenes y a los inmigrantes.
Supo aprovechar sus enormes ingresos por donaciones, especialmente tras sobrevivir al supermartes, cuando se reveló como un hueso duro de roer para Clinton... hasta que finalmente ganó las primarias.
Enterradas las diferencias y tras más de un año de carrera electoral, él es el presidente electo y ella será su secretaria de Estado, pero su trabajo no ha hecho más que empezar.
Los primeros deberes
“El cambio ha llegado”, decía Barack Obama en su primer discurso como presidente electo de los Estados Unidos. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para efectuar ese ansiado “cambio”; no en vano, la carrera de Obama como presidente no ha hecho más que empezar.
Así pues, no será hasta el próximo 20 de enero cuando el demócrata sienta todo el poder sobre sus hombros. Antes, el 15 de diciembre, los representantes del Colegio Electoral se reunirán en la capital de su estado donde depositarán dos votos (uno para el vicepresidente y otro para el presidente), determinados por las elecciones del día 4. Los votos se mandarán en una cámara sellada al presidente del Senado y éste comparecerá ante el Congreso bicameral el 6 de enero, donde leerá el resultado y se oficializará la victoria de Obama, que jurará su cargo el 20 de enero.
Un equipo con republicanos
Después de este largo proceso burocrático, Obama tendrá que formar equipo. Todo parece indicar que contará con antiguos miembros del gabinete de Bill Clinton y con políticos republicanos, tal y como dejó entrever en una entrevista a la ABC News.
Aunque todavía no se manejan nombres, el caso paradigmático es el de Colin Powell, otrora secretario de Estado con Bush y al que le fue ofrecido un puesto en el Gobierno de Obama después de anunciar que votaría por los demócratas.
Junto a Powell, muchas miradas se dirigen también hacia el actual Secretario de Defensa, Robert Gates, del que se dice que podría permanecer en su puesto..
Primeros deberes con la cia
El presidente electo ya tiene tarea, aunque todavía no haya tomado posesión formal de cargo.
Su primera reunión será este jueves con los responsables de la CIA, el servicio de inteligencia del país.
El director de la CIA, Mike McConnell, le mostrará “toda la gama de opciones que desplegamos” en beneficio del país. Es decir, le explicarán fundamentalmente cuál es el estado de la cuestión en materia de terrorismo y en las guerras de Irak y Afganistán.
Después será el turno de enfrentarse a los principales problemas del país, comenzando por la crisis, cuyas dimensiones ya son mundiales.
Más aún teniendo en cuenta que los dirigentes internacionales se han encomendado a Obama para que construya “un nuevo mundo” económico. El secretario del Tesoro podría ser un antiguo miembro del gabinete de Clinton que le ayudaría a poner en práctica el plan de rescate contra la crisis para la clase media que diseñó su equipo.
Aspiraciones de Obama
Barak Obama aspira a que los ciudadanos puedan retirar dinero de sus pensiones sin penalizaciones, a incluir rebajas fiscales para las empresas que creen nuevos puestos de trabajo y a congelar de manera temporal las ejecuciones hipotecarias de quienes se esfuerzan por pagar sus cuotas.