“El barrio del Cristo sin su capilla sería algo distinto a lo que conocemos, vivimos y compartimos, de toda la vida” así defendía Pablo Quijano la necesidad de la restauración de la capilla y de que tanto el Obispado como la Junta garanticen el cobro de los alumnos de la escuela taller Cristo Viejo. Alabó que la hermandad promoviera esta obra “
financiada por la Junta de Andalucía con fondos de la Unión Europea y se implicara de lleno en todo lo concerniente a su formación académica y laboral”.
Quijano, en la lectura del manifiesto que ponía fin a una concentración de 3 horas y por la que pasaron cientos de isleños y vecinos del barrio, habló también de la importancia de esta escuela taller, teniendo en cuenta que “Cádiz y su provincia están a la cabeza de España en cuanto a tasa de paro con un escalofriante 36 por ciento de parados. 3 puntos por encima de la media andaluza;12 puntos por encima de la media española y 25 puntos por encima de la media europea”.
“La hermandad, que es una entidad sin animo de lucro, no puede hacer frente a los pagos, desde el mes de enero; de las nóminas y seguros sociales de 24 alumnos y de 5 empleados, así como a 10 proveedores por materiales y servicios realizados. Un total de 39 personas que no han cobrado. Esta es la dolorosa situación”, señaló.
“La hermandad no puede dejar de reconocer la importante colaboración de la Junta de Andalucía, para la restauración de la Capilla que ha supuesto, hasta la fecha, el 75 por ciento del coste de la subvención. Pero a pesar de ello estamos en una situación insostenible debido a que la hermandad no puede, por sus propios medios, abonar y así poder justificar el pago del 25% restante, como tramite previo para que pueda percibir de la Junta de Andalucía la cantidad de 167.247, 20 euros, que es precisamente lo que se debe por nomina, seguros sociales y proveedores”, manifestó Pablo Quijano.
Asimismo, en nombre de la hermandad agradeció la profesionalidad y el esfuerzo de los integrantes de la escuela taller y mostró su preocupación porque puedan cobrar lo que se les adeuda. Ya nace una plataforma ciudadana para defender la viabilidad de la hermandad y la grave situación que vive.