El buque escuela Juan Sebastián de Elcano llegó este sábado a San Juan de Puerto Rico, primer puerto del continente americano al que arriba como parte del LXXXIV Crucero de Instrucción, tras su salida de Las Palmas de Gran Canaria el pasado 10 de marzo.
El buque ha trasportado los restos mortales del que fue diputado por Puerto Rico durante las Cortes de Cádiz de 1812, Ramón Power y Giralt, que murió en la ciudad gaditana en 1813.
Al entrar en la Bahía de San Juan, el
Juan Sebastián de Elcano realizó el tradicional saludo a la plaza, con 21 cañonazos frente al castillo del Morro.
Tras atracar en la capital, los restos de Ramón Power desembarcaron con honores fúnebres en una solemne ceremonia en la que estuvo presente el Gobernador de Puerto Rico. La dotación del buque escuela se encargo de hacer la entrega de los mismos a las Autoridades puertorriqueñas en la capilla de La Puntilla.
Cruce del Atlántico a vela
En este tránsito transoceánico, ha recorrido cerca de 3.600 millas náuticas desde Las Palmas a San Juan en 28 singladuras. Esta travesía ha sido una de las más veleras de las últimas décadas, ya que ha navegado casi un 90 por ciento del tiempo exclusivamente a vela, alcanzándose en algunos momentos velocidades de más de 11 nudos.
Desde la salida de Las Palmas el bergantín goleta ha navegado siguiendo la línea de viento de los alisios que le ha llevado a descender en latitud hasta las cercanías del archipiélago de Cabo Verde. Desde allí, con vientos portantes de levante, se inició el cruce del Atlántico hasta arribar a aguas del Caribe.
Antes de arribar a Puerto Rico ha recalado en las proximidades de las islas Vírgenes, enmarcadas dentro de las Pequeñas Antillas, en el mar Caribe.
“Tierra a la vista”
En el primer tránsito hacia el continente americano, como viene siendo tradición en el buque, se otorga el premio Rodrigo de Triana al primer miembro de la dotación que aviste tierra americana a la voz de “tierra a la vista”. Este premio se concede en honor del marino español conocido como Rodrigo de Triana que fue el primero en avistar el Nuevo Mundo en la primera expedición de Cristóbal Colón.
El premio lo ha recibido en esta ocasión el marinero Jesús Cabañas. Con las primeras luces del alba del 4 de abril, avistó tierra por la amura de babor; concretamente, la isla Anguilla, perteneciente a las Antillas.
Después de visitar San Juan, el buque tiene previsto cruzar el Canal de Panamá y recalar en Balboa, en aguas del Pacífico, para participar en la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de este océano.