Navantia ha iniciado este martes, en los talleres del astillero de San Fernando (Cádiz), la construcción de la primera corbeta para la Marina de Arabia Saudí. El acto ha consistido en el corte de la primera plancha del buque, perteneciente al bloque 401 de la cámara de máquinas, con unas dimensiones de 12 por 2,4 metros, un espesor de siete milímetros y un peso de 1.254 kilos.
Según ha informado Navantia en una nota, el acto ha reunido a más de 500 trabajadores, buena parte de la plantilla que diseñará y construirá estos buques y los sistemas integrados, ante los que se ha realizado una presentación del programa. Además estaban presentes delegaciones de las armadas de España y Arabia Saudí, encabezadas por sus segundos almirantes jefes del Estado Mayor de la Armad, el almirante José Luis Urcelay y el contralmirante Fahad Ali Alfuraidan, respectivamente.
Al respecto, la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, ha destacado que se trata de un programa estratégico para Navantia, que además de "impulsar" la actividad económica y el empleo, que la posiciona internacionalmente como una empresa que contribuye a la Seguridad y Defensa. "Además pone en el escaparate un barco de altas capacidades que puede satisfacer las necesidades de otros potenciales clientes en esta región del mundo y otros puntos de interés", ha detallado.
Asimismo, De Sarriá ha lanzado un mensaje positivo a los trabajadores, destacando que con el Plan Estratégico se va a impulsar una nueva Navantia entorno "a su plantilla rejuvenecida para garantizar su futuro y sus señas de identidad como empresa al servicio de la seguridad y defensa de los ciudadanos". "Vamos a incrementar aún más nuestra ya muy relevante aportación social como impulsores de la creación de empleo de calidad y de la industria gaditana y española", ha puntualizado.
Más de 100 empresas auxiliares
El contrato, en vigor desde el pasado mes de noviembre, fortalece el futuro inmediato de Navantia y beneficia a todos los astilleros de la compañía y a su industria auxiliar, en especial, a toda la Bahía de Cádiz.
Concretamente supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzarán la cifra de 6.000 anualmente durante los próximos cinco años. De estos, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la Industria Auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en el mismo.
El programa que ahora arranca, y cuyo último buque deberá ser entregado en el 2022, incluye, además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
El diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate Catiz, el sistema de comunicaciones integradas Hermesys, la dirección de tiro Dorna, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado Minerva y los motores y las cajas reductoras.
Por otro lado, el contrato también incluye el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el referido Apoyo al Ciclo de Vida y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval.
En el acto también se destacó que en el 2019 se conmemora los 230 años de uno de los viajes científicos más importante de la historia, la Expedición Malaspina. Precisamente, los buques que lo llevaron a cabo fueron las corbetas Descubierta y Atrevida, botadas en el Astillero de San Fernando en abril de 1789. Fueron las primeras corbetas de la nueva Armada Española, cuya construcción supuso un hito en la historia naval por sus múltiples capacidades y por su velocidad en la navegación.