“Un turno de noche más que finaliza, pero... algún día podría ser el último. Esta es la sensación que tenemos los agentes de Policía Local de San Fernando”.
Esa frase la dice el sindicato Sip-An de la Policía Local que nuevamente ha denunciado la falta de agentes en los turnos de noche, pero esta vez agravado por la proliferación de fiestas al aire libre y botellones. Pero no unos botellones de los normales que pueden ser sueltos por un par de parejas de agentes, las de los dos únicos coches patrullas que están de servicio nocturno en la ciudad.
Se trata de concentraciones de entre 40 ó 50 turismos con música a todo volumen que comienzan un botellón con cientos de jóvenes con ganas de continuar con la "marcha”, tras los conciertos que se desarrollan en Bahía Sur.
Las celebraciones musicales no tienen problemas que no puedan solucionar los encargados de seguridad contratos por la organización y las aproximadamente 1.500 personas que asisten pueden disfrutar de la música dentro de la oferta que se ofrece este verano, una de las mejores de la provincia.
“La mayoría va a disfrutar del concierto y vivir una experiencia especial con amigos y familiares, pero como en todo acontecimiento existe ese porcentaje de ‘gente’ que sólo acude para la pelea, la confrontación y como no, el botellón y el consumo de estupefacientes”, dice el sindicato.
La Policía hace ”lo que puede, ni más ni menos, que por desgracia es muy poco. Los motivos quizás con esta pregunta tengan contestación ¿Cuántos patrullas han habido estas últimas noches? Solamente dos, es decir tres o cuatro agentes como máximo para cubrir esa zona, dejando el resto de la ciudad vacía de policías, insegura y sin prevención”.
“Esto hace incontrolable a la masa de gente que se agolpa en principio en el parking del Centro Comercial Bahia Sur a la salida de los conciertos. Estos grupos crecidos por su amplia mayoría y escondidos entre la muchedumbre realizan actos vandálicos sin control, véase arrancar señales de tráfico, miccionar en cualquier esquina cual perro y pelearse con todo hijo de vecino sin demasiada justificación”, dicen desde el Sip-pan.
Tras esa primera parada, los incívicos se dirigen a “molestar” a los vecinos de San Fernando. A la playa de la Casería a dejarla llena de basura, a la zona de la Magdalena a molestar con la música a los vecinos que tienen que trabajar al día siguiente.
La mayoría van a esas zonas en vehículos. Coches, motocicletas y ciclomotores conducidos por chicos y chicas que “precisamente no están en las mejores condiciones”.
Algunos "caen" en los pocos controles que se pueden realizar por la falta de personal. Y ahí viene otro problema añadido. Cuando se interviene con una alcoholemia positiva se "pierde" un patrulla en la calle durante al menos dos horas puesto que las pruebas y diligencias a realizar tienen que llevarse a cabo dentro de la Jefatura, ya que “no disponemos de medios para realizarlas en el lugar de los hechos. Mientras ese patrulla finaliza la intervención con ese conductor ebrio, sólo suele quedar una patrulla para el resto de situaciones”.
“Se juegan el físico, aguantan amenazas de la multitud y sienten vergüenza de no poder intervenir como la situación lo requeriría”.
El sindicato culpa de esta situación al Gobierno municipal por no contar con más medios ya que “tenemos una plantilla muy corta, de una edad bastante avanzada. Pedimos rapidez en la creación de plazas de nuevo ingreso. Pedimos un mejor trato a los pocos Agentes que vamos quedando. Pedimos seguridad para ofrecer seguridad”.
