La
Torre Sevilla ha inaugurado el
impresionante belén de 45 metros creado por el
belenista paisajista Francisco Jiménez que ha requerido
año y medio de trabajo y una semana entera de montaje. Esta obra refleja el nacimiento de Jesús y no solo
deslumbra por su tamaño, sino por su
realismo y el vibrante paisaje que la rodea.
Inspirado en Andalucía y con toques de la escuela belenista jerezana, el belén es un reflejo de la vida, la luz y la alegría, elementos que celebran la Navidad.
Con un trabajo que comenzó hace un año y medio, Francisco Jiménez ha dedicado su
esfuerzo y pasión para montar una obra que respira vida y color, con un fuerte componente paisajístico que invita a los visitantes a adentrarse en un rincón rural y montañoso inspirado en la esencia de Andalucía.
"El belén es un lugar lleno de luz, flores, vida…
No quería un belén apagado, quiero que se vea la alegría del nacimiento de Jesús", explica Jiménez mientras señala los detalles florales y el ambiente primaveral que inunda la escena.
La obra no sigue el estilo tradicional hebreo, sino que se reinventa, reflejando la identidad de los pueblos andaluces a través de recreaciones, como una casa de corrales antiguos, un patio de vecinos, y un arco romano que se asoma en un paisaje de viñas y arboledas “Que haya mucha vida”
Uno de los aspectos más sorprendentes es el rincón especial que Jiménez ha dedicado a su familia. En la parte de la bodega del belén, se pueden encontrar las figuras de sus dos nietas, realizadas por la artista Guadalupe Guzmán, autora del cartel de la Cabalgata de Reyes 2024. "Les tengo un cariño muy especial", confiesa emocionado Francisco.
Este proyecto no habría sido posible sin la colaboración de un equipo que ha trabajado incansablemente durante meses. "Esto no lo hace uno solo, si no te ayudan, acabas en un psiquiátrico", bromea Jiménez, destacando el trabajo de Fabián Gálvez, su fiel compañero durante seis meses, quien cuenta que tuvieron que ajustar el tamaño del belén debido a las limitaciones del espacio. “Nos dijeron que no cabía”. A pesar de estos desafíos, Francisco se siente agradecido por las facilidades brindadas por la directora de Torre Sevilla y por el espacio elegido, que les ha permitido trabajar a su gusto.
Para los amantes de la tradición belenista, el belén de Francisco Jiménez es una parada obligatoria en la ruta de belenes de Sevilla. Según Melchor García de la Rosa, miembro de la Asociación de Belenistas de Sevilla, este belén es "un gran punto de partida" para recorrer los belenes de la ciudad y disfrutar de la Navidad en su máxima expresión.
Jiménez, por su parte, no oculta su emoción. Lo que más disfruta es desde que empieza a montar y todo el mes de exposición. “Ahora es mi momento”. El belenista disfruta explicándole a los visitantes sus ideas y los rincones del belén. Es el momento en que su obra recibe los elogios y aplausos de toda Sevilla. “Yo lo que quiero es que a Sevilla le guste y que del boca a boca el año que viene la gente se acuerde de mi belén”, confiesa.