La Autoridad Portuaria de Sevilla ha cerrado este jueves el plazo para la presentación de solicitudes para la explotación de los terrenos donde se encontraban los astilleros de Sevilla con un resultado de dos ofertas, la presentada inicialmente por Sevilla Shipyard para la reparación naval --que provocó la apertura de este procedimiento-- y la de la sociedad 'Astillero del Guadalquivir'.
En este marco, fuentes de la autoridad portuaria han confirmado a Europa Press que finalmente se han presentado dos propuestas a este proceso abierto el día 13 mayo para los proyectos con el mismo objetivo que el planteado por Sevilla Shipyard. Así, la información del Boletín Oficial del Estado (BOE), recogido por Europa Press, indicaba que este empresa había solicitado al Puerto una concesión administrativa para la reparación naval en una parcela de unos 11.000 metros cuadrados, así como las instalaciones ubicadas en el dique seco del Puerto y un área de edificio contiguo.
A este respecto el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, manifestaba a Europa Press que la citada oferta gozaba de "viabilidad técnica y financiera" e implicaría un volumen de producción "quizá menor" respecto a la anterior etapa del astillero. Este proyecto, nacido de la mano de Luis Ramón de Celis, proyecta la creación de un negocio de reparación de naves que comenzaría con una inversión inicial de un millón de euros para generar unos 100 puestos de trabajo directos y hasta 700 indirectos.
Más tarde, a principios de junio, llegaba la oferta de la sociedad 'Astillero del Guadalquivir', una empresa andaluza, que había hecho lo propio dentro del trámite de competencia de proyectos habilitado por la Autoridad Portuaria al ser formalizada una primera propuesta.
Fernández explicaba así que era necesario "estudiar su viabilidad económica y financiera y su solvencia". Si la Autoridad Portuaria da su visto bueno a las condiciones de la solicitud y "se estima que hay una concurrencia de competencia" entre las dos solicitudes, según Manuel Fernández, la Autoridad Portuaria se vería obligada a convocar un concurso público para adjudicar la explotación de las instalaciones.
En este marco, cabe recordar que el astillero de Sevilla detuvo completamente su actividad el 31 de diciembre 2011 tras una larga agonía financiera y económica. Tras su segregación de la antigua sociedad naval 'Izar', extremo que separó al astillero hispalense de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el astillero entró en una lenta deriva hasta su adquisición por parte de los Astilleros de Huelva. No obstante, el funcionamiento de los astilleros bajo la gestión de los empresarios onubenses tampoco prosperó y, finalmente, las instalaciones fueron clausuradas al finalizar 2011 al arrastrar la sociedad gestora una deuda de aproximadamente 193 millones de euros.
Así, el astillero de Sevilla cerraba tras casi 60 años de actividad y haber gozado de volúmenes de producción que, por ejemplo en los años 80, implicaban la contratación de hasta 5.000 personas. Desde entonces hasta ahora, no obstante, los astilleros sevillanos han albergado algunas operaciones puntuales, como la reparación del velero alemán Alexander von Humboldt o la finalización del ensamblaje del ferry encargado en 2007 por la naviera 'Viking Line'.