La Fiscalía ha mantenido hoy su petición de diez años de cárcel por homicidio frustrado para un ciudadano inglés que atropelló al empleado de una gasolinera de Guillena (Sevilla) tras repostar 50 euros e intentar huir sin pagar.
El acusado Wayne A.F., de 34 años, ha dicho a la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla que no tuvo intención de atropellar al empleado y que no lo vio, aunque ha reconocido que repostó gasolina sabiendo que no tenía dinero.
Ha argumentado que trabaja como albañil para ciudadanos ingleses en España y que cuando ocurrieron los hechos había sufrido el robo de su cartera tras cruzar la frontera entre Portugal y España.
Ha afirmado que llevaba tres días sin comer y que repostó 50 euros sabiendo que carecía de dinero, por lo que inmediatamente emprendió la huida aunque ha declarado al tribunal que no pretendía lesionar al trabajador que intentó cortarle el paso y que resultó con graves lesiones.
Los hechos ocurrieron hacia las 16.20 horas del 12 de enero de 2012 en la gasolinera "Los Arcos" situada en la carretera N-630 en el término de Guillena (Sevilla), cuando el acusado repostó 50 euros y a continuación entró en la tienda y dijo a los empleados que, como no tenía dinero, "ya pasaría otro día a saldar la deuda".
Cuando los empleados pretendían abrir el depósito del combustible de su autocaravana para recuperar lo repostado, el acusado "se subió al vehículo, lo arrancó y pese a percatarse de que delante de él se encontraba Antonio D.G. a corta distancia y que lo iba a atropellar, emprendió la marcha de modo súbito e inesperado", según la acusación del fiscal.
La Fiscalía ha mantenido su acusación por un delito de homicidio frustrado con dolo eventual aunque la defensa del británico solo ha admitido una posible condena de cuatro meses de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia.
Ha reconocido también una posible condena de diez días de localización por una falta de hurto, según han informado a Efe fuentes del caso.
La Fiscalía ha añadido 4.860 euros de multa por un delito contra la seguridad vial ya que el acusado conducía su autocaravana sin tener el correspondiente permiso, aunque la defensa ha argumentado que Wayne tenía permito británico, plenamente vigente en España.
El empleado atropellado quedó malherido en el suelo y, pese a la gravedad de las lesiones, no falleció gracias a la rápida atención médica que le fue dispensada, según la acusación.
A consecuencia del impacto, el empleado sufrió una hemorragia subaracnoidea, contusión en la cabeza, fractura occipital, contusión dorsal y síndrome vertiginoso, lesiones por las que estuvo siete días hospitalizado y tardó en curar 85 días.
El trabajador ha renunciado a la indemnización que pudiera corresponderle ya que ha sido compensado por la compañía de seguros, pero el fiscal ha solicitado 5.622 euros para el dueño de la gasolinera por los gastos derivados del empleado que tuvo que contratar para sustituir al lesionado.