El Ateneo de Sevilla decidió ayer cotejar los votos presenciales y los emitidos por correo para evitar duplicidades, en una elecciones en las que al cierre de esta edición aún se desconocía si había resultado reelegido Alberto Máximo Pérez Calero, extremo que daban por hecho desde la candidatura de Anselmo Valdés, que planteó impugnar las elecciones al no contar con el censo y no concurrir a los comicios en igualdad de condiciones.
La Junta General congregó ayer a unos 150 ateneístas en unas elecciones en las que se emitieron unos 640 votos por correo, motivo por el que la Comisión Electoral decidió cotejar los votos emitidos y dar por válido los llegados con anterioridad, es decir, por correo, que los presenciales para evitar duplicidades.
Al cierre de esta edición, la comisión electoral, en la que también participaban dos interventores de cada candidatura y un notario, proseguía con el recuento de votos que, a tenor de las declaraciones de algunos presentes, reelegirán a Pérez Calero.
La candidatura de Valdés pidió que se repitieran las elecciones y las impugnó, aunque no fue admitida por la comisión, aunque aseguran que mantendrán “la cabeza fría” y por el bien de la institución no adoptarán ninguna decisión, incluida la judicial, hasta que se reúnan.
