En el desarrollo de la campaña de inspección ordenada por la Secretaría General de Consumo, de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, el Servicio de Consumo de Sevilla ha inspeccionado un centenar de talleres para comprobar el respeto a los derechos de los consumidores por parte de los propietarios de los mismos.
En las inspecciones realizadas se han encontrado irregularidades en más del 40 por ciento de los talleres inspeccionados, siendo las infracciones más habituales la falta de entrega del resguardo de depósito, la falta de entrega de presupuestos y la falta de publicidad de los precios.
Las inspecciones han procurado poner especial atención a la publicidad de los precios y de los derechos de los consumidores. De los 95 talleres inspeccionados, han sido 35 los que han resultado apercibidos. Así, 17 no disponían de hojas de reclamaciones, ocho ostentaban marcas sin tener autorización (publicidad engañosa), 12 no expedían factura de los trabajos realizados, 26 no exhibían lista de precios, 27 no entregaban resguardo de depósito de vehículos, y 15 no disponían de presupuesto.
También se ha incidido en comprobar el cumplimiento por parte de los talleres de la entrega del resguardo de depósito a los usurarios. El resguardo de depósito es un instrumento fundamental para proteger los derechos fundamentales del usuario del taller, porque es el único documento, junto con el presupuesto, que da fe de que el vehículo se ha dejado en el taller para su reparación.
Si el vehículo sufre daños durante su estancia y el usuario no tiene el resguardo de depósito, se encontraría indefenso para reclamar la reparación de los desperfectos ocasionados.
El Servicio de consumo de Sevilla realiza un seguimiento completo del proceso de la reparación de vehículos, que consiste en la comprobación de la entrega del resguardo de depósito del vehículo, la existencia de un presupuesto previo y la emisión de la factura oficial de las reparaciones.
Los usuarios responsables también deben comprobar, cuando envían su vehículo al taller, que el establecimiento tiene la placa con distintivo azul indicativo de la especialidad que oferta, tal como electricidad, mecánica, frenado, neumáticos y otros; así como observar si se publicita el precio de la hora de trabajo.
La entrega de factura es fundamental para proteger el derecho de usuario a la garantía de la reparación, y que se extiende, conforme a la normativa vigente, durante los tres meses posteriores a emisión de la factura o hasta 2000 kilómetros. Debe, por tanto, exigirse siempre la entrega de la factura de las operaciones realizadas. Esta factura será la base ineludible de posteriores reclamaciones si las hubiera.
El Servicio de Consumo de Sevilla de la Secretaría General provincial de Administración Local y Relaciones institucionales, por medio de la inspección adscrita, también comprueba si la publicidad que se realiza de las marcas responde realmente a la consideración efectiva de servicio técnico oficial y en caso de constatar la no existencia de acreditación oficial de marca requiere la eliminación de esas menciones. Ello sin perjuicio de las correspondientes actuaciones sancionadoras.
Desde el punto de vista medioambiental ha de recordarse que, según normativa específica de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, todos los talleres sin excepción deben poseer la correspondiente autorización para gestionar adecuadamente los residuos peligrosos que produce su actividad, residuos que deben ser retirados por un gestor autorizado para ello.
