Fangoria, en plena gira triunfal de su nuevo disco, Canciones para robots románticos, su duodécimo trabajo a lo largo de su carrera discográfica, se presenta en Sevilla para ofrecer un concierto en el CAAC, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el Monasterio de la Cartuja. La cita es el próximo viernes, día 6 de mayo.
Viene de reventar el Teatro Barceló de Madrid y la sala Barts de Barcelona, con varios “sold out”. ¿Qué sensaciones tiene ante este concierto sureño?
–Muchas ganas porque será un concierto más tranquilo para nosotros, porque los primeros conciertos siempre hay algo que se te olvida, no te lo sabes perfectamente. Así que ahora ya está todo controlado, además, será la última vez que toquemos el repertorio de presentaciones del nuevo disco, a partir de Sevilla tocaremos el repertorio de verano.
Su última actuación en Sevilla fue en el Festival Territorios, ante miles de personas. ¿Qué impresión tiene del público sevillano?
–No hay un público de Sevilla, o de Bilbao... más bien la diferencia es el lugar donde es el concierto. No es lo mismo un público de festival que uno de una sala pequeña, o el de una discoteca o una feria en las fiestas de la localidad.
¿Cómo está funcionando su nuevo disco, el duodécimo de su carrera, 'Canciones para robots románticos', a nivel de público y de crítica?
–El disco está yendo fenomenal, no sólo por las ventas o haber llegado directamente al número uno, también por la respuesta del público hacia esas canciones cuando las tocamos.
¿Los robots están más de moda que nunca con la digitalización global del planeta?
–¡Oh! Me temo que no, aunque algo de razón tienes. Pero un robot es algo más que los teléfonos móviles o la Thermomix, y esos robots a los que adoramos por la ciencia ficción todavía quedan muy lejos.
La música está de luto. ¿Cómo lleva las recientes muertes de Bowie y Prince?
–Prince me encanta, es un referente que también me ha acompañado, pero no me cambió la vida de la forma que lo hizo Bowie. Lo que soy desde los 12 años se lo debo en gran parte a él.