“No estamos a salvo de que la situación vuelva atrás porque se echen abajo algunas decisiones que, dolorosas pero en opinión de muchos especialistas bien tomadas, han llevado a que tengamos un menor desempleo, que la economía esté creciendo y que las cosas vayan mejor, a pesar de que la deuda crece o de que tengamos un problema con las pensiones”. Es la advertencia lanzada por el presidente de la Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (Sempi), Gabriel Ruiz, durante La Entrevista de Ondaluz Sevilla TV.
Sin embargo, el presidente de Sempi llamó la atención sobre la “difícil situación” en la que se pueden ver muchas pequeñas y medianas empresas ante, por ejemplo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, aprobada el pasado viernes en Consejo de Ministros. En su opinión, “si a una empresa que tiene 2, 3 ó 5 trabajadores le hacen una subida del salario mínimo, a éstos si están en un convenio tienen su propia subida, y si se tienen que subir las cuotas patronales de pago a la Seguridad Social, a muchas empresas se las va a poner en situación de difícil continuidad”.
Ruiz también destacó que “se puede llegar a acuerdos” y por eso los empresarios han pedido ya a los políticos que “aparten de momento sus intereses partidarios y se centren en las necesidades de las personas”. Según dijo, “la gente está hasta las narices de que se pierda el tiempo en disquisiciones que no van a ningún sitio. Lo que queremos todos es que nos dejen trabajar, que nos dejen vivir y que nos vaya cada día un poquito mejor”.
Por eso, el presidente de Sempi hizo un llamamiento al “sentido común” del sector empresarial, del que criticó el afán por abaratar costes laborales poniendo como ejemplo que “hay empresas que cotizan en el Íbex 35 y despiden miles de trabajadores con el objetivo de poder seguir pagando a los accionistas un dividendo”.
Gabriel Ruiz también se quejó de la excesiva burocracia, tanta que “la gente se aburre y lo que tenías guardado para poner el negocio en marcha, cuando ya consigues ponerlo, te lo has comido”. Y terminó diciendo que “hay que tener mucha valentía para poner en marcha, en el mundo en que estamos y en el país que estamos, una idea empresarial. No hay tantas ayudas”.