El catedrático y especialista en migraciones Sami Nair ha denunciado hoy que la Unión Europea carece de una política común para afrontar las migraciones, pese a que es un desafío "que ningún país puede afrontar solo".
"Nadie podrá frenar los grandes flujos migratorios, frente a los que la UE no tiene una política real ni coherente, con un Tratado de Schengen moribundo", ha enfatizado Naïr en el primer Foro Global de Gobiernos Locales, que congrega en Sevilla a unos 150 representantes municipales de treinta países.
Ha criticado que los países europeos hayan optado por una "renacionalización" de sus políticas migratorias, "cuando más que nunca necesitamos una política común, porque ningún país puede afrontar solo la inmigración".
Naïr ha abogado por "una gran política macroeconómica de apoyo para que los inmigrantes se queden en su países de origen" y ha vaticinado que "frente a la ingenuidad y el buenísmo", este problema causará "conflictos identitarios" en Europa.
Ha valorado la respuesta de la canciller Merkel, a la que ha definido como "una gran jefe de estado, que ve lejos, sabe cuáles son los intereses demográficos de su país y tiene una ética personal poco corriente entre los políticos", pero ha deplorado que "nadie la ha apoyado en Europa" en este asunto.
Para este politólogo, los gobiernos locales tienen un papel crucial en la integración social de la inmigración, un problema "complejo y que no es homogéneo".
La globalización "incentiva" las migraciones porque, según Naïr, "no se puede concebir una globalización basada en la libre circulación de los capitales y no de las personas".
"Nadie va a poder frenar este fenómeno" por lo que "lo importante es controlar esta revolución demográfica", ha aseverado.
Ha desgranado estadísticas de la ONU que prevén para 2030 un planeta "totalmente reconfigurado", en el que India sumará 1.500 millones de habitantes, superando a China, y África superará a ambos países asiáticos con 2.000 millones.
La población mundial pasará de los 7.300 millones actuales a 8.500 millones en 2030 y a 9.700 millones en 2050, y África aportará más de la mitad de ese crecimiento y sumará 4.000 millones de habitantes.
Frente a esta explosión demográfica euroasiática, Europa registró en 2015, por primera vez en su historia, menos nacimientos que fallecimientos, iniciando un "invierno demográfico" que se une a ser un destino preferido de las migraciones, por su elevado PIB.
Naïr ha destacado la creciente importancia de los desplazados por causas climáticas, unos 25 millones según las últimas estadísticas, unos "refugiados climáticos" que huyen de catástrofes naturales como las sequías, los huracanes o la subida del nivel del mar y que no tienen reconocimiento oficial, como los huidos por guerras.
"El cambio climático es hoy la primera causa de inmigración en el mundo y se convertirá pronto en un problema mayor", ha apostillado, tras citar la previsión de la ONU de que en 2050 habrá doscientos millones de desplazados por este motivo.