Antonio Zoido afronta por primera vez como director la Bienal de Flamenco de Sevilla, que cumple su XX edición y que considera "tiene que ser el gran escaparate mundial del flamenco" donde se muestre todo lo que da de sí este arte jondo, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en "todas las tendencias".
Cuando fue nombrado director, tras la dimisión de José Luis Ortiz Nuevo, Zoido anunció que su objetivo era hacer una programación entre lo clásico y lo innovador y cree haber conseguido una oferta "equilibrada" con los 62 espectáculos que podrán verse del 6 al 30 de septiembre, según explica en una entrevista con Efe.
En ella no faltan grandes nombres como Calixto Sánchez, Juana la del Pipa, Pepa Montes, Remedios Amaya o José de la Tomasa con nuevas figuras como María Moreno, Israel Galván, Patricia Guerrero, Niño de Elche o la popular joven catalana Rosalía, que ha revolucionado este estilo no sin levantar algunas ampollas, y al menos una docena son estrenos absolutos.
Tras la polémica dimisión de Ortiz Nuevo hace un año alegando "obstáculos" del Ayuntamiento para diseñar la Bienal que quería -el consistorio replicó que pretendía aumentar las contrataciones de personal para la organización con puestos de nueva creación-, Zoido asegura haber hecho la programación "con absoluta independencia".
Respecto a la incorporación de nuevos espacios como la Factoría Cultural del Polígono Sur -barrio deprimido pero cuna de varios artistas flamencos-, el Café Alameda o el Puerto de Sevilla, donde el pianista Dorantes clausurará la Bienal, el director señala que cada uno tiene su sentido.
En el caso de la Factoría Cultural, supone vincular al festival a un barrio unido al flamenco donde hasta ahora no existía un espacio para llevar espectáculos de este tipo mientras que la idea de crear un Café-cantante en el Teatro Alameda surgió "de hacer la necesidad virtud" ya que al no poder usar el Espacio Santa Clara como en otras ediciones, debido a las actividades del Año Murillo, y no encontrar un claustro parecido, idearon una especie de "club flamenco a la manera de los club de jazz".
Acogerá, junto al Hotel Triana, las llamadas "trasnoches" de la Bienal, espectáculos que comenzarán a las 23.00 horas como los de Rosario la Tremendita (lunes 10), María Terremoto (domingo 16), Gualberto (sábado 22) o Rosalía (viernes 28).
A Zoido dice no importarle el tradicional desencuentro entre crítica y público en el flamenco, que no considera exclusivo de éste, pues "muchas de las óperas que hoy se ven en el Maestranza, en su momento la noche del estreno no gustaron según muestran las críticas de la época y luego han quedado para la historia".
Tampoco se ha preocupado de contentar a unos u otros ya que "la Bienal tiene que ser el gran escaparate mundial del flamenco y Sevilla tiene que poner en ese escaparate todo lo que ofrece el flamenco en todas las tendencias".
"Afortunadamente", dice, hoy el flamenco se ha expandido "en muchas direcciones" y "hay una proliferación de estilos distintos" sin que se pueda hablar de un "baile tradicional" y oponerlo al de artistas como Israel Galván o Eva la Yerbabuena.
Si tuviera que elegir entre colgar el cartel de no hay billetes o atesorar buenas críticas, Zoido defiende que le gustaría "que se agotaran todas las entradas" -la venta a estas alturas supera la de otras ediciones- y que "independientemente de la crítica, el público saliera contento de todos los espectáculos que vaya a ver porque, como dijo el torero, hay gente para todo y cada uno va a ir a aquello que más le llame".
Tradicionalmente, la Bienal ha atraido más al público de fuera -sobre todo extranjero, con Japón a la cabeza- mientras que sólo un tercio de los asistentes es sevillano, si bien Zoido cree que "esto sucede en todos los festivales internacionales", como ha comprobado recientemente durante su visita al de Aviñón.
Del medio centenar de medios de comunicación acreditados, quince son extranjeros de países como Japón, Argentina, Estados Unidos, Bélgica, Austria, República Checa, Italia, Francia o Inglaterra.
Tras su sorpresivo aterrizaje en la dirección de la Bienal, asegura no haberse planteado si seguirá o no pero aclara que cree "que a los 75 años no se debería trabajar y yo ya no tengo que hacer carrera profesional ni política".
Aunque por aquello de su puesto rechaza destacar sus favoritos de esta edición, ha indicado quw para un perfil no entendido recomendaría el montaje de María Pagés el día 21 en el Maestranza ("Una Oda al tiempo") o los "Romances. Entre Oriente y Occidente" a cargo de Carmen Linares, Ghalia Benali, Fahmi Alqhai, Dani de Morón, Mariví Blasco, Accademia del Piacere y Kiya Tabassian en el Alcázar (miércoles 12).
Para los fieles que busquen apuestas novedosas aconseja la reunión en el Maestranza de tres "clásicos" como Calixto Sánchez, Pepa Montes y José de la Tomasa (domingo 9) o el concierto de mujeres gitanas del día 27 en el mismo escenario con Juana la del Pipa, Remedios Amaya y Juana Amaya.
También destaca la actuación de una "pareja mítica" como Lole Montoya y José Miguel Évora (el sábado 8 en el Café Alameda) y "algo absolutamente exótico" como el concierto de clausura del pianista Dorantes en el Puerto -escenario elegido para dar sentido a una obra inspirada en el V centenario de la primera vuelta al mundo de Magallanes-, a quien Zoido compara con el desaparecido guitarrista Paco de Lucía en su capacidad "para atraer a melómanos no cercanos al flamenco".