El consejo de Emasesa abordará el jueves una propuesta de inversiones que implicaría una subida del precio del agua, aunque el Gobierno local se ha comprometido a que, si hay esa subida, sólo sea del 1,7%, por debajo del 2,2% del IPC, y que “se adoptarán las medidas oportunas” para que el recibo de la basura permanezca congelado, ya que el precio del agua siempre condiciona el de la recogida de residuos.
Así lo han explicado fuentes municipales ante la denuncia pública del portavoz municipal de IU, Daniel González Rojas, quien acusaba al alcalde, Juan Espadas, de querer aplicar una subida “de tapadillo” del 3,8%, incremento que no creía justificado y con el que, entendía, “parece tratar de compensar la disminución de ingresos que le supondrá al Ayuntamiento la bajada del IBI pactada con PP y Ciudadanos”.
Según fuentes municipales, “la decisión no está tomada” y será el alcalde el que decida finalmente si se lleva al consejo de administración del jueves de Emasesa.
Mientras, a través de un comunicado, el delegado de Hacienda y Administración Pública, Joaquín Castillo, afirmaba que “en ningún caso se producirá” una subida de la tasa de basura y que las facturas para hogares y establecimientos quedarán congeladas tal y como anunció el alcalde de Sevilla y como se recogía en las líneas generales de ordenanzas fiscales y del presupuesto para 2019.
De esta forma, en caso de que Emasesa decida finalmente actualizar sus precios se adoptarán “las medidas oportunas para que no tenga impacto alguno en las ordenanzas municipales de recogida de basuras”, decía.
Media de 1,7 y no 3,8%
Castillo aclaraba que “estos momentos sólo hay una propuesta” remitida al consejo de administración de Emasesa y que “aún está en estudio” que implicaría una actualización de las facturas de agua una media del 1,7%, por debajo del IPC (2,2%). “Este gobierno no plantea en ningún caso una subida que pueda situarse por encima del IPC en los recibos del agua”, afirmó Castillo.
Esta actualización del 1,7% de media está planteada a través de dos medidas. En primer lugar, la cuota de abastecimiento quedaría congelada y representa el 50% de la factura del agua, mientras sí subiría la cuota de saneamiento, que representa en torno al 45% del recibo, que sería la que se incrementaría en un 3,8%, porcentaje del que hablaba Izquierda Unida.
Según Castillo, la propuesta en estudio busca generar recursos para realizar inversiones en la red de depuración, visto el escenario del descenso en el consumo del agua. En concreto se destinaría al tratamiento de lodos procedentes de EDAR, eliminación de fósforo en las EDAR, incremento del control de vertidos y medio receptor, reforzamiento de acciones de limpieza en grandes colectores, etc.
Esta propuesta de revisión de las tarifas por debajo del IPC para mejorar el sistema de depuración está planteada “para su debate por parte de los miembros del consejo de administración y aún se encuentra en estudio”. En caso de que finalmente se aprobara, el gobierno adoptará todas las medidas oportunas para que la tasa de basura quede congelada, tal y como está previsto, según apunta.