La parcela de Castilleja de Guzmán (Sevilla) donde descansa el dolmen de Montelirio, legado de la Edad del Cobre y declarado bien de interés cultural (BIC), ha sido asolada por un incendio saldado con la quema de los pastos que poblaban la zona pero sin efectos sobre el citado monumento megalítico, que permanece enterrado a la espera de su recuperación y puesta en valor.
Según han informado a Europa Press la asociación cultural Los Dólmenes y el alcalde de Castilleja de Guzmán, Tasio Oliver, el citado incendio se declaró la mañana del pasado sábado, afectando a los pastos de la parcela del dolmen de Montelirio pero sin afectar al mismo, pues la estructura megalítica sigue enterrada tras las campañas de investigación arqueológica acometidas en 2007, 2009 y 2010.
Tras ser alertados los bomberos de la Mancomunidad del Aljarafe, según el primer edil, el incendio habría sido rápidamente sofocado sin mayores consecuencias, si bien la asociación cultural Los Dólmenes expone que este siniestro prueba "el deplorable estado de abandono" que sufre este enclave legado del asentamiento humano que allá por la Edad del Cobre poblaba el entorno que actualmente conforman Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
En ese sentido, un estudio publicado en la revista científica Journal of World Prehistory y recogido por Europa Press exponía que con una extensión de unas 450 hectáreas, este entorno salpicado de vestigios prehistóricos "es de lejos el mayor asentamiento de la Edad del Cobre" en toda la Península Ibérica y "posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la Prehistoria tardía".
Los conservacionistas, en ese sentido, advierten de que el entorno del dolmen de Montelirio está "degradado por basuras, restos ruinosos de viejas edificaciones, maleza y espacios usados por el Ayuntamiento como aparcamiento", recordando que la Consejería de Cultura, la Diputación de Sevilla y los ayuntamientos de Valencina y Castilleja de Guzmán tienen el "deber de salvaguardar, proteger, difundir e investigar" el rico legado prehistórico que atesoran estos municipios.
Al respecto, el alcalde de Castilleja de Guzmán ha precisado que como consecuencia de esta incidencia, remitirá una carta a la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura, para recordar la moción aprobada por el pleno de la localidad hace ya casi dos años demandando un "plan de recuperación y puesta en valor" integral para el dolmen de Montelirio.
El dolmen de Montelirio, enclavado en el borde del casco urbano de Castilleja de Guzmán, fue descubierto allá por 1998 y ha sido el escenario de importantes hallazgos, como numerosos restos humanos datados entre los años 2.500 y 2.300 antes de Cristo o 4.000 cuentas de collar, entre otros efectos legado de las antiguas culturas que durante la Edad del Cobre poblaron la cornisa aljarafeña.
Este monumento megalítico cuenta con un corredor de unos 39 metros de longitud, una cámara principal de 4,75 metros de diámetro y una cámara secundaria de 2,7 metros de diámetro, toda vez que después de las campañas de investigación arqueológica acometidas en 2007 y después entre 2009 y 2010, permanece enterrado a la espera de su restauración integral.