El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo y en coordinación con el Distrito Bellavista-La Palmera y la Delegación de Parques y Jardines, ha desarrollado una nueva actuación dentro del proyecto de mejora integral de la calle Tarfia en el distrito Bellavista-La Palmera, ya que este martes, en el marco del plan de participación ciudadana Reaviva, se ha desarrollado una replantación completa de la vía con la participación activa de entidades ciudadanas y vecinos y se puso en marcha un primer programa de adopción de los alcorques.
Según ha indicado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota de prensa, esta nueva actuación se realiza exactamente en la zona peatonal trasera a las edificaciones de la calle Tarfia y consiste en la replantación con plantas arbustivas de diez alcorques, que hasta el momento permanecían vacíos. Con carácter previo a la plantación, la Gerencia de Urbanismo a través de su Servicio de Conservación de Pavimentos, ha acondicionado y redimensionado dichos alcorques para una mejor disposición de los arbustos.
La actuación se ha completado con la plantación de un nuevo ejemplar de celtis en el extremo de la calle Tarfia que conecta con la calle Páez de Ribera, justo en el punto donde permanecía cerrado desde hace décadas un viejo quiosco que ha sido eliminado en el contexto de esta intervención. Los trabajos de plantación se han desarrollado en colaboración con la delegación municipal de Parques y Jardines y la Escuela de Arquitectura de Sevilla, además del propio distrito Bellavista-La Palmera.
"Hemos conseguido mejorar sensiblemente una vía de importancia para el distrito que requería una transformación, con un trabajo en el que hemos buscado la participación. Se está desarrollando una estrategia integral de trabajo en distintas fases que va a permitir al barrio recuperar para el uso ciudadano esta calle", explica el delegado del Distrito Bellavista-La Palmera, Joaquín Castillo (PSOE).
Al margen de estas plantaciones para la reactivación de esta zona peatonal y la generación de una imagen más amable y transitable de la misma, el Ayuntamiento ha introducido también otras mejoras en materia de conservación de pavimentos y de accesibilidad. En este último punto, se han creado dos nuevos pasos de peatones con sus correspondientes rebajes en los extremos de este espacio.
La primera fase se ha desarrollado en la zona norte de la calle, donde se ha mejorado el tránsito de peatones con la urbanización de la antigua zona terriza colindante a la banda de aparcamiento, que se ha ampliado hasta los 4,25 metros y se ha reordenado, pasando de cordón a batería, lo que ha multiplicado el número de plazas disponibles como demandaba la ciudadanía.
También se ha ejecutado la recuperación y reorganización de espacios, así como el acceso a los servicios públicos, como son los contenedores de Lipasam, entre otras cuestiones. La construcción se ha realizado teniendo en cuenta todas las directrices establecidas en la normativa de accesibilidad vigente, lo que garantiza la eliminación de barreras arquitectónicas. El proyecto también contemplaba la renovación de la red de saneamiento que discurre bajo el acerado, así como la reubicación de los imbornales con objeto de facilitar el drenaje de las lluvias.
