Las
previsiones de la
Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para esta semana en Sevilla auguran unas
temperaturas que no superarán los 15 grados y que, en cuanto a las mínimas, llegarán a estar
por debajo de los cero grados tanto el miércoles como el jueves (-1).
Esta
ola de frío intenso inusual por ser tan prolongada en el tiempo, ha llevado al alcalde de la ciudad a
coordinar con las empresas de mantenimiento de los colegios y la Junta de Andalucía los criterios a seguir en el
uso de la calefacción para hacerlo
compatible con el
protocolo Covid en las aulas a fin de evitar los contagios.
La situación es compleja porque se trata de “compatibilizar” objetivos que se “contradicen”: mantener las clases ventiladas y, a su vez, con una temperatura razonable para impartir las enseñanzas.
La Consejería de Educación, siguiendo indicaciones de la Consejería de Salud, remitió a los centros a través del sistema
Séneca una
actualización de las recomendaciones de ventilación de los centros
el pasado 22 de diciembre. En dicha comunicación se dice que “
en estos momentos, se prioriza la seguridad de los alumnos ante el contagio sobre el bienestar térmico y la eficiencia energética”.
En este sentido, se fija como
“valor óptimo” realizar
hasta “seis renovaciones del aire de la clase a la hora”. “
En el caso de que no puedan permanecer abiertas ni total ni parcialmente por las condiciones térmicas, se deberán establecer unas pautas de ventilación periódicas, por ejemplo cada hora o cada cambio de clase durante al menos diez minutos”.
A la vuelta del recreo, las autoridades sanitarias recomiendan que el aula permanezca ventilada de manera natural durante cinco minutos. La ventilación, continúa la nota de recomendaciones, puede ser por “
medios naturales, mecánicos o una combinación de ambos sistemas”.
La
ventilación natural (apertura de ventanas y puertas) “
puede generar un disconfort térmico en el alumnado por lo que debe prevenirse de ellos a los padres a fin de adecuar la ropa de abrigo a la nueva situación en las épocas de frío”.
Lo que sí deja claro la Consejería de Educación en su nota del pasado 22 de diciembre es que “
la utilización de purificadores de aire no sustituye la necesidad de ventilación natural ni deben dar falsa sensación de seguridad, evitando que se ventile adecuadamente”.