Una denuncia en el juzgado de guardia de Valencia un día antes, motivo por el cual la Delegación del Gobierno ha abierto una investigación interna
La abuela materna de los niños que supuestamente fueron asesinados por sus progenitores en la localidad valenciana de Godella el pasado día 14 presentó una denuncia en el juzgado de guardia de Valencia un día antes, motivo por el cual la Delegación del Gobierno ha abierto una investigación interna.
Según ha informado este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana y había avanzado el diario Las Provincias, la abuela de los menores acudió al juzgado de guardia de Valencia el miércoles 13 de marzo por la tarde y trasladó al juez sus temores por la situación de sus nietos.
El juez recibió su denuncia, le hizo el ofrecimiento de acciones e incoó unas diligencias previas.
Además, remitió esa misma tarde la denuncia a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Burjassot-Godella "con objeto de que, a prevención, se tomen las medidas oportunas en relación con la situación de los menores".
Paralelamente, el juez acordó inhibirse de las actuaciones y remitirlas al Decanato de los Juzgados de Paterna para su reparto, al ser este partido judicial el competente para el conocimiento de los hechos.
La denuncia formulada el 13 de marzo por la abuela de las víctimas ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Paterna, que instruye un sumario declarado secreto por dos delitos de asesinato y mantiene en prisión provisional a los padres de los niños.
Preguntado por estos hechos, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha informado de que la Policía Nacional ha abierto una investigación interna para tratar de determinar si se ha producido algún error.
"Se ha ordenado esta misma mañana la apertura de una investigación interna para determinar en qué circunstancias teníamos o no conocimiento -de la denuncia- a través de las fuerzas y cuerpos de seguridad y si se adoptaron medidas al respecto", ha apuntado Fulgencio.
Los padres de los dos niños muertos permanecen en la prisión de Picassent acusados de dos delitos de asesinato.