En una sociedad de redes sociales en la que cada vez importa más la imagen que se transmite, la calvicie se ha convertido en un enemigo a batir para muchos hombres e incluso para algunas mujeres. Los avances tecnológicos y el abaratamiento de precios han popularizado este método.
No hay por qué preocuparse, porque la evolución técnica en los trasplantes capilares ha logrado que invertir el proceso esté al alcance de todos. Las técnicas actuales aseguran resultados duraderos por un precio asequible para la mayoría de los bolsillos, y más si se valora en la balanza con lo que supone invertir en algo como el pelo, que tanto puede influir en la diferencia del aspecto físico de una persona.
Rafa Nadal, Iker Casillas, Diego Simeone, Andreu Buenafuente… ellos han caído rendidos ante el renovado cambio de imagen que supone recuperar la espesura del cabello. La inversión merece la pena. Sin embargo los dermatólogos advierten sobre los riesgos de ponerse en manos de cualquiera, y en ocasiones bajo unas condiciones que apenas pasan el corte de Sanidad.
Cuidado con los atajos
Expansión de las clínicas low cost, viajes organizados a Turquía, Cristiano Ronaldo inaugurando un centro capilar de su propiedad, pero ¿qué hay detrás de todas estas clinicas capilares? ¿Cumplen todas con su cometido?
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los que sí son verdaderos profesionales es a la banalización de la técnica del trasplante capilar, que no deja de ser un procedimiento quirúrgica y debe estar realizada por profesionales titulados y especialistas en tricología, la ciencia que estudia el pelo y el cuero cabelludo.
El primer paso es realizar un diagnóstico para detectar dónde está el orígen de la pérdida del cabello y cuál es el tratamiento más indicado, e identificar las particularidades que cada zona a tratar presenta, realizando siempre un seguimiento posterior durante un tiempo de hasta 18 meses. Por eso es tan importante ponerse en manos de profesionales, y hasta que no se comprenda esto, se corre el riesgo de sufrir complicaciones y/o decepciones.
¿Cuál es la técnica más efectiva?
Actualmente la técnica FUE (Follicular Unit Extraction) es la más avanzada en el injerto capilar. Consiste en tomar unidades del propio paciente de las zonas más pobladas con capacidad para donar, que generalmente se sitúa en la nuca y los laterales, y usar esas propias unidades foliculares del paciente para reubicarlas en las zonas más despobladas. Sin cicatriz, sin dolor y sin rechazo, y con un resultado mucho más natural y duradero.
No se trata de algo nuevo
Otro de los argumentos a favor es que la técnica del trasplante capilar se lleva realizando en España desde hace 30 años, tiempo suficiente para haber adquirido una madurez en cuanto a conocimiento y desarrollo tecnológico que nos permiten estar a la vanguardia, sin necesidad de recurrir a tratamientos en otros países, en muchos casos de dudosa reputación.
Turquía está de moda como destino para realizarse esta intervención, ¿la clave? el país ha descubierto un filón para el turismo que había sufrido un retroceso influenciado por la inseguridad que transmite su sistema político y social. Las subvenciones estatales son el secreto de los bajos precios de las clínicas otomanas.
Pero no hay que irse tan lejos. Todo lo contrario, España está a la vanguardia, entre otras razones por el alto número de alopécicos en el país y por la especialización de los expertos en trasplantes de pelo.
A pesar de que el injerto se realiza bajo la aplicación previa de anestesia local, es muy importante ponerse en manos de verdaderos profesionales que sepan regular el instrumental para que el dolor sea prácticamente imperceptible. Y la tranquilidad de saber que ante una eventual emergencia, todo el equipo del cirujano tiene la cualificación profesional, no tiene precio.
Esta es la diferencia entre un profesional y una clínica low cost
El verdadero profesional sabe que tiene que pensar en la evolución del aspecto de ese paciente en los próximos años, y realizar una planificación de la intervención consecuente con este planteamiento.
La mitad de los folículos de nuestro cuero cabelludo están en la parte superior de la cabeza, pero en un trasplante no se implanta el mismo número de folículos, unos se implantan y el resto se cuidan con tratamientos médicos para que no desaparezcan totalmente.Si se ponen muchas unidades en la parte delantera, pasados 10 o 20 años, cuando la persona pierda el pelo no injertado, su aspecto será muy artificial.
