El camaleón
Algunos políticos pueden cambiar de chaqueta, camisas, corbatas, partidos, y hasta de collares, para seguir desarrollando lo que más les gusta, la mentira
Narrador empedernido de un paraíso llamado Barbate, donde la naturaleza se distingue por su belleza
Algunos políticos pueden cambiar de chaqueta, camisas, corbatas, partidos, y hasta de collares, para seguir desarrollando lo que más les gusta, la mentira
Los barbateños somos los que verdaderamente tenemos la culpa de muchas de las cosas que nos vienen ocurriendo
Disfrutemos de este próximo Halloween y a estar pendiente del otro Halloween de púrpura y bonete
Por muy ‘diocesano que sea un obispo’, no le da derecho a jugar con nuestros muertos...
Cada cual maltrate su cerebro juzgando tiempos, ahora que de manipular las redes sociales, quizás seamos los primeros manipulados...
¡Yo soy la depuradora criticada y pestilente, la que limpia vuestra mierda y propaga vuestra peste!...
Seis amigos nos reunimos para convivir una dilatada aventura que sellaría un pacto de amistad que ni el paso del tiempo sería capaz de borrar...
'Los niños con los niños’, ‘las niñas con las niñas’. ¡Cuántas frustraciones causaría!...
Mi condición democrática hace que nunca me decante por nadie, ya me siento feliz con que me saquen cada cuatro años
Consumada la tarea realizada para la conquista de este territorio, los que ganaron, airearán su victoria, y los que perdieron, o no llegaron a cumplir sus expectativas, esconderán sus bártulos en el infierno de sus oposiciones a espera que los vientos de desgaste, los fallos, los errores, y, porque
... El día 28 de mayo, os invito a que me utilicéis. El día más feliz de mi vida es veros votar. Recordad que mi libertad es vuestra libertad...
Cuando estas partidas se hacían en la ‘rebotica’ eran menos encarnizadas, pero más fructíferas para los que las jugaban...
Habría que hablar muy mucho de los recortes administrativos, patrimoniales, hazas, pozo montano, monte duna, breña, e incluso del cementerio parroquial...
Rindo homenaje a Don Juan Picazo Amaya, porque su humildad, bondad y generosidad pervive en los corazones de todos lo que le conocimos