Málaga con más de 600, Granada con 384 y Sevilla con 378, son las provincias que más guías turísticos interpretes del patrimonio tienen. Así, en el conjunto de la región son alrededor de 2.130 los guías turísticos, a los que se suman los 6.000 empleados de agencias de viajes encargados de acompañar a los grupos durante sus visitas.
Según datos de CCOO aportados a Europa Press, el perfil de estas personas es el de trabajadores autónomos, muchos de los cuales dependen de la Junta de Andalucía. En este sentido, dada la importancia de mantener la calidad en este segmento, el sindicato CCOO tiene celebró el pasado martes 8 de septiembre en Torremolinos una jornada sobre la calidad de los servicios informadores turísticos.
El secretario de negociación colectiva de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO-A, Juan Carlos López Leiva, indicó que uno de los puntos más destacados que se abordaron en este encuentro es la incidencia de la Directiva de Servicios de la Unión Europea, que debe estar traspuesta a la legislación española antes del 29 de diciembre de 2009.
Esta directiva permite la libertad de establecimiento de cualquier empresa en el territorio europeo, la libre circulación de las empresas de servicios así como de trabajadores, manifestó López Leiva, quien destacó que modificará el inicio de la actividad empresarial en Andalucía.
"Cambiará las fórmulas en la gestión de las autorizaciones previas al inicio de cualquier actividad de servicios por una simple comunicación responsable, es decir, se cambian las visitas inspectoras y de verificación, antes del inicio de la actividad, a las visitas inspectoras a posteriori", aclaró.
Para CCOO, este cambio podría originar o aumentar las actividades "ilegales", fomentando la economía sumergida. Un hecho que "empeoraría la situación actual de crisis económica".
La actividad de información turística se considera un "nicho de creación de empleo", de ahí que el sindicato considere imprescindible su regulación, más aún, continuó López Leiva, "cuando lo que se pretende es guiar, enseñar y presentar el patrimonio cultural e histórico".
"Cualquier persona no puede ejercer esta profesión, en todo caso debe existir una habilitación desde la Consejería de Turismo y exigirse mediante pruebas y exámenes -que se vienen realizando desde hace muchos años- la capacitación y el conocimiento adecuado", concluyó.