La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Torremolinos, Margarita del Cid, ha criticado que “el Consistorio no atiende el pago de algunos acreedores ni alquileres desde el pasado mes de junio, una inacción prolongada durante ocho meses que ha disparado el periodo medio de pago a proveedores hasta los 149,65 días, frente a los 82 de mayo de 2015”.
De este modo, Del Cid ha informado de que “los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda vuelven a evidenciar la nefasta gestión de este alcalde, que ha llegado a situar la demora media de pago a proveedores, en su mayoría pymes y empresas locales, en 155 días en el primer año de gobierno”.
Según Del Cid, las consecuencias de esta demora es que “ninguna empresa quiera trabajar con nuestro Ayuntamiento y, que las que lo hacen eleven su coste porque saben que no van a cobrar hasta en diez meses, incrementándose de esta forma el gasto hasta en un 25 por ciento”, ha lamentado.
Además, ha proseguido la portavoz popular, “si a esta situación le añadimos el despilfarro continuo y la mala gestión económica, nos encontramos con un Consistorio en bancarrota, sin recursos y, lo más grave, que mira hacia otro lado y es incapaz de buscar una solución a esta situación de colapso”.
En este sentido, ha afeado al equipo de gobierno (PSOE y Adelante Torremolinos), como ejemplo de “mala” gestión, “la renuncia expresa de las subvenciones para materiales destinados al Parque Diamantino y Cañada del Lobo por valor de 13.000 euros, así como la pérdida de la ayuda de 300.000 euros para el Ascensor Panorámico del Parque de la Batería”.
En esta línea, ha señalado igualmente “los más de 100.000 euros gastados en un local que nunca llegó a abrirse en la plaza Adolfo Suarez y la escandalosa suma de 1,3 millones de euros de la adquisición de la Casa María Barrabino, a sabiendas del estado ruinoso de la misma y de que el coste de su recuperación iba a ser mucho mayor que la propia adquisición”.
Por último, ha recordado la reciente cancelación del concurso de agrupaciones del Carnaval de Torremolinos que, según el propio edil de Cultura, David Tejeiro, se debe a “la situación económica”.