El Valencia Basket recibe este viernes en la séptima jornada de la fase regular de la Euroliga al AS Mónaco, equipo revelación de la competición hasta ahora con sus cinco triunfos y una sola derrota, y lo hará en busca de una victoria que le permita asomarse a la parte alta de la clasificación.
Con su inesperada victoria en la cancha del Olympiacos de la pasada jornada, el equipo de Álex Mumbrú equilibró su balance de triunfos y derrotas con tres de cada y vio premiada su capacidad de mantenerse enganchado a los encuentros. Además, la victoria del domingo en la pista del Río Breogán en la Liga Endesa le permitió cerrar la primera semana con pleno de triunfos de la temporada desde que compagina ambas competiciones.
La tranquilidad de haber ganado debe permitir al equipo mejorar sus prestaciones, tanto ofensivas, donde está lastrado por la mala puntería de sus escoltas en los últimos choques, como defensivas, una parcela en la que empieza a sacar réditos de la capacidad de jugar con cambios en los bloqueos directos.
Enfrente tendrá a un equipo en el que destaca por encima de todos el base estadounidense Mike James, máximo anotador de la competición hasta ahora y que en su en última visita a la Fonteta anotó 37 puntos, pero en el que también tiene un papel destacado el escolta Jordan Loyd, que regresará por primera vez a la que fue su casa hace unas temporadas.
El técnico del conjunto valenciano ha señalado en la previa del choque que deben asumir que James puede estar cerca de su promedio de 21 puntos o incluso superarlo pero que deben conseguir bajar sus porcentajes de acierto para que no sea tan determinante.
Para este encuentro, Mumbrú mantendrá las bajas seguras de Sam Van Rossom y Martin Hermannsson pero podría recuperar al ala-pívot cubano Jasiel Rivero. Si finalmente regresa al equipo tras las semanas que lleva fuera por una lesión muscular, el técnico debería hacer un descarte.
Uno de los factores que puede influir en esa decisión es el hecho de que el equipo no jugará partido de la Liga Endesa este fin de semana al parar la competición por los compromisos de las selecciones en las ‘ventanas FIBA’.