El president de la Generalitat,
Ximo Puig, ha defendido hoy que el Gobierno central cambió el acuerdo alcanzado en el Consejo Nacional del Agua respecto al Plan del Tajo, un hecho que es "incontrovertible"; es decir, que no tiene discusión, según Puig, que se ha distanciado así de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha sostenido este mismo jueves que el documento no se ha modificado.
"Ha habido un cambio por parte del Gobierno -central-, que tiene su derecho a cambiar,
pero nosotros también a discrepar", ha sentenciado al respecto Puig en declaraciones a periodistas en Orihuela (Alicante), una de las localidades alicantinas más afectadas por el recorte del trasvase Tajo-Segura.
"El Ministerio planteó un documento en el que estamos de acuerdo que dice que se actualizará en el año 2025 en función de cómo esté el Tajo en ese momento", ha sostenido el president de la Generalitat, que ha defendido que "nadie está más interesado" por que el Tajo tenga un buen caudal y que se invierta en él que la
Comunidad Valenciana.
No obstante, Puig ha instado a "
trabajar para solucionar" este problema, porque "hay que reivindicar, pero el grito por sí mismo no es suficiente", en referencia a la manifestación de este miércoles ante el Ministerio de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico (Miteco).
Así, ha pedido llegar a un punto "
de encuentro" para buscar soluciones y garantizar "el agua para siempre". Se ha excusado de no acudir a la manifestación asegurando que estaba en Fráncfort, donde acudió junto al textil valenciano a la feria Heimtextil, y ha afirmado que su postura sobre el trasvase "es clara", llegando a una "transición real" que no recorte por el momento el trasvase.
"Es razonable empezar una discusión sobre si las desalinizadoras son positivas o no", ha dicho Puig, que ha reclamado obtener "
un mix" entre el agua proveniente del trasvase y de otras fuentes, de manera que se garantice este recurso y se llegue a "una transición real".
Ha instado, asimismo, a trabajar "desde la racionalidad y no desde la
demagogia", puesto que de lo contrario, "se pierde capacidad argumental" y ha insistido en que le parece "muy bien" el plan de inversiones para la parte alta del Tajo, a pesar de que algunas medidas "las debería hacer la Comunidad de Madrid, pero da igual".
"Tenemos
la razón de nuestra parte, porque el agua trasvasada ha generado riqueza y somos conscientes de sumar otras fuentes, pero de manera acomodada, desde la racionalidad y sin intentar guerras de agua", ha concluido Puig.