El Valencia Basket recibe este miércoles al Río Breogán en la última jornada de la fase regular de la Liga Endesa obligado a ganar para certificar su clasificación para los cuartos de final de la competición sin importarle el resultado del UCAM Murcia.
Una derrota del equipo de Álex Mumbrú ante el conjunto gallego, que no se juega nada, unida a una victoria murciana en la pista del Barcelona, que tampoco se juega ya nada, dejaría al Valencia fuera de la lucha por el título. En caso de clasificarse, el equipo catalán será su rival y tendrá el factor cancha en contra.
Tras ganar con cierta comodidad en la pista del ya descendido Carplus Fuenlabrada, el Valencia ha tenido diez días para preparar este encuentro por el parón que ha vivido la competición por la disputa de la Final Four de la Euroliga.
En el encuentro en la pista del conjunto madrileño reapareció tras cerca de dos meses de baja el escolta esloveno Klemen Prepelic pero Mumbrú mantiene las bajas seguras de Sam Van Rossom, Millán Jiménez y Xabi López-Arostegui.
La ausencia de los dos últimos deja al equipo con sólo tres jugadores de formación local (Josep Puerto, Víctor Claver y Jaime Pradilla) lo que obliga a inscribir a un cuarto para poder tener a doce jugadores. Ante esta situación, el club ha recuperado al base Guillem Ferrando una vez ha acabado la temporada con el Albacete.
El choque puede servir también para intuir las intenciones de Mumbrú de cara a unos hipotéticos cuartos de final, en los que deberá descartar a dos jugadores, uno de los tres extracomunitarios (Jasiel Rivero, James Webb III y Jared Harper) y uno que no sea cupo, una decisión que parece que puede estar entre Martin Hermannsson y Prepelic.
