Te atrapa. La magia te envuelve. Sus calles te inspiran. No hay duda, es muy sencillo enamorarse de Vejer, agarrarse el corazón con las manos y dejar la vida que llevabas para asentarse entre sus níveas y encaladas paredes, sin dejar de pisar el adoquinado sobre el que se eleva su casco histórico. La historia se repite… alguien viene por vacaciones, luego comienza a pasar largas temporadas y al final decide que ha encontrado en Vejer ese lugar en el mundo donde desea respirar, donde desea abrir a su amanecer las pupilas cada mañana. Donde desea consumir las horas, los días, las semanas y los años. Y es que es muy sencillo enamorarse de Vejer…
Me hacía ilusión la idea de tener un lugar donde la gente pueda venir no solo a disfrutar del pueblo, sino también a relajarse y este lugar tiene lo necesario para elloLe ocurrió a Curra Berrocal Briales… Maestra de yoga, coach, didacta biodanza, formadora en masaje ayurvédico, maestra en Reiki… es decir, profesional en el cuidado de la mente, el cuerpo y ese necesario equilibrio entre la tranquilidad, el sosiego, la meditación y el bienestar corporal. Su trayectoria personal y profesional encaja a la perfección con el perfil de esas personas que no oponen resistencia a la hora de dejarse atrapar por la magia, el encanto y la autenticidad que reina e impera en cada esquina, en cada persiana, en cada sombra que se alarga y se acorta al compás de los rayos del sol y de la argenta luna que se posan sobre la historia que aflora del casco histórico de Vejer de la Frontera.
Un pueblo erguido sobre una colina con esa extraña combinación de complicada belleza y armonía como si de una postura de yoga se tratase. Un pueblo en el que cada peldaño de su intrincada fisonomía a veces se asemeja a cada uno de los ocho principios que describe Patanjali… yama, niyama, asana, pranayama, prathyahara, dharana, dhyana y samadhi… ocho pasos para ser transitados desde el alba al anochecer.
Y entre la calculada estrechez milenaria de engalanados patios y fachadas, precisamente en el simbólico número ocho de la Calle Canaleja, nos encontramos la Casablanca… “una casa andaluza totalmente reformada y convertida en seis apartamentos en pleno centro histórico. Con una terma dentro de una cueva natural y una terraza con vistas panorámicas lo convierte en un lugar único en Vejer” desde donde se invita al visitante a dejarse llevar por “el encanto de una buena conversación entre sus paredes blancas encaladas. Perderte entre sus callejuelas llenas de cuestas. Sentir el levante. La calidez de sus rincones llenos de historia. Contemplar su entorno. Volver una y otra vez para seguir sorprendiéndote”.
Aljibe, Balcón Bajo, Ventanuco, Blanco y Negro, Baño y Teja, Claraboya… son los seis sugerentes nombres de los apartamentos que sirven de alojamiento en Casablanca… y que acompañan “a una terma, con una temperatura del agua que en invierno ronda los 34 grados y que en verano se regula a la baja”, así como un impresionante Solarium ubicado en la terraza.
Mucho más que el hospedaje
Curra Berrocal es socia y directora de Casablanca… un lugar con varias vertientes que se complementan a la perfección. Por un lado, el hospedaje dentro de una casa que conserva “la belleza de la autenticidad de una casa patio de Vejer”. Pero Casablanca es mucho más… Casablanca es puro eco del mágico entorno en el que se halla. Por eso, nos explica la propia Berrocal, “quisimos también darle una vertiente para que se convierta en un lugar de encuentro, un lugar donde desarrollar y potenciar la creatividad, el arte y la cultura”.
Un lugar “en el que exista una devolución al pueblo y en el que las actividades que se desarrollen repercutan también en la gente de Vejer”. Una filosofía que aplican bajo la doctrina de la conducta del Dharma… de ahí que “una nuestros principales inquietudes es trabajar con las distintas asociaciones de la localidad”.
Por ejemplo, la terraza del Hotel Casablanca acogió la representación de la obra ‘Chicas’ del Grupo de Teatro Barrio Vivo, a la que se pudo asistir mediante la aportación de cinco euros… una actividad con la que se viene a apoyar a las reivindicaciones y demandas de los colectivos LGTBI+ con motivo del Día Internacional del Orgullo y cuya recaudación precisamente se donará a la Asociación LGTBI+ de Vejer de la Frontera… “es decir, lo que queremos es que todo lo que hagamos repercuta en la sociedad vejeriega a través de colaboraciones con las distintas asociaciones y colectivos locales”.
‘Chicas’, dirigida por Carmela Berrocal, “se trata de una adaptación de la obra escrita por Carmen Losa (Camas/Sevilla), en la que las actrices dan vida a distintos personajes de diversas procedencias a través de diferentes épocas. Es un viaje en el tiempo mostrando diversas formas de vivir la sexualidad entre mujeres”.
Esta línea, esta filosofía también formaba parte de la exitosa exposición de dibujos que bajo el título de ‘Difusas’ quiso rendir homenaje a las musas de Picasso, aprovechando el hecho de que Vejer acoge durante estos meses una muestra de la obra pictórica del genio malagueño y en la que siete artistas dieron visibilidad a un aspecto de la vida de Pablo… Y tras la muestra “surgió una maravillosa tertulia en torno a la invisibilidad de la mujer”… tertulia que “se repitió tras la obra de teatro pero centrada en las dificultades y ventajas en el movimiento LGTBI en Vejer y en la sociedad en general”.
Exposición ‘Paisajes y Luz’
Colaboraciones que tienen como principal objetivo participar y repercutir en la vida de Vejer, en la vida de los vecinos y vecinas, en devolver al pueblo parte de lo que reciben… Más ejemplos… días atrás, junto al Hotel V y el Hotel Convento San Francisco, acogía la exposición ‘Paisaje y Luz’ “con el objetivo de dar visibilidad a la obra del fotógrafo sevillano Juan Carlos Hervás. Una actividad que se enmarca en el programa cultural paralelo que acompaña a la oferta musical de esta nueva edición del Festival Internacional de Jazz Vejer.
Curra Berrocal insiste en que “la idea es crear un espacio cultural, un espacio social que pueda ser solidario con las asociaciones y colectivos locales”. Los anteriormente citados “son los primeros eventos de este tipo que hemos celebrado pero queremos seguir esta línea porque además tenemos la suerte de contar con muchos contactos” que ayudan a que dichas iniciativas se hagan realidad gracias “a un intercambio para fomentar el arte y la cultura”.
De hecho ya trabajan en la organización de pequeños conciertos íntimos, presentaciones de libros, lectura de poemas… Eventos en los que no importa tanto el éxito o no de asistencia porque “esa no es la cuestión. Por experiencia sé que lo importante es que, mucha o poca, al final la gente participe… la gente sea partícipe de esos actos”.
Hotel Boutique Casablanca, “sin olvidarnos de sus apartamentos conservados y reformados sin perturbar el estilo y la idiosincrasia del pueblo”, centra sus esfuerzos también en dar “importancia a la casa en sí, donde hasta su suelo conserva la esencia de Vejer”.
Cuerpo, mente, salud...
“No soy de Vejer pero soy aspirante a vejeriega”, confiesa Berrocal quien lleva “viniendo a Vejer por temporadas desde hace seis años” y que, como mencionamos al inicio de este texto, quedó prendada “por el pueblo que me transmitió la magia y la autenticidad de su casco histórico perfectamente conservado”.
Atrapada, enamorada de Vejer, iniciaba hace un año este proyecto… “me hacía ilusión la idea de tener un lugar donde la gente pueda venir no solo a disfrutar del pueblo, sino también a relajarse y este lugar tiene lo necesario para ello”. De hecho, Casablanca ofrece baños termales… o mejor expresado, la posibilidad de sumergirse en “un viaje de sensaciones en el interior de las instalaciones disponible exclusivamente para los huéspedes” y así disfrutar de “un oasis de desconexión en pleno centro de Vejer de la Frontera. Un espacio donde el agua a 34 grados es la protagonista dentro de una cueva de roca natural”. Y en la terraza, en el Solarium el visitante puede recargarse “con la luz natural del sur y disfrutar de la mejor panorámica y de la mejor postal de casas encaladas”.
Sin olvidarnos de que todo viaje comienza por el interior… de ahí los programas y actividades alrededor del yoga, la biodanza acuática y los masajes ayurvédico… siempre de la mano de la propia Curra Berrocal.
Y es que el Hotel Casablanca ofrece mucho más que hospedaje, ofrece cultura, salud, solidaridad, arte, autenticidad, … en definitiva, hablamos de un proyecto que asume la importancia de trasladar y potenciar la esencia de Vejer.