Etú, esa bodega hija del levante, consigue un logro más en su camino hacia la excelencia. El prestigioso concurso Vinespaña ha reconocido a su Sonrisa 2018 como uno de los vinos tintos tranquilos de Oro. Un merecido premio que viene a respaldar el excelente y abnegado trabajo que Ute Mergner viene realizando desde hace dos décadas en este mágico rincón vejeriego.
Fue en torno al año 2000 cuando ella y su marido, Hans Nerlinger, decidieron dar un cambio radical a su ocupada vida en Alemania. El destino los trajo al sur del sur, a Andalucía, a Cádiz, a Patría. A la que era un árida parcela con unas vistas impresionantes al litoral gaditano. Aquí construyeron su hogar pero pronto descubrieron uno los elementos más característicos del entorno: el viento de levante. Había que hacer algo para evitar las polvaredas veraniegas y ahí surgió la brillante idea: plantar vides para evitar las molestias del molesto viento del este y aprovechar sus frutos para producir vino ecológico. El levante como germen de un sueño que ahora se tiñe de dorado.
Tras un profundo aprendizaje del mundo de la viticultura y asesorados por expertos de la zona, pronto consiguieron su primera cosecha. Después de muchos ajustes y afinando al máximo el tipo de uva, los tiempos de siembra y recolecta, la técnica, el embotellado y otros muchos detalles nacen las cuatro Sonrisas de Etú: blanco, rosado, tinto y edición especial. Cada año se elabora un vino único, un fetiche de la casa. En 2017 fue un 100% tintilla de Rota, en 2018 un magnífico syrah. Siempre desde el espíritu de la innovación, la experimentación y la curiosidad por el mundo del vino. Y es que, como recuerda Ute, hace dos décadas los vinos de mesa elaborados en la zona eran muy escasos y en vinos blancos la oferta se limitaba a los finos y las manzanillas.
Mucho ha crecido el sector en estos años y gran parte de este avance se debe a la apuesta de Etú y otras pequeñas bodegas que han traído la innovación a este sector tan con tradición milenaria en el entorno. Una creatividad que no cesa y que dará en breve frutos tan interesantes como el primer rosado espumoso de esta bodega vejeriega.
Sus maravillosos caldos unidos al entorno excepcional en el que nacen hacen de la bodega Etú un magnífico enclave para disfrutar del campo vejeriego, conocer el complejo y mágico proceso de la elaboración de ese elixir de dioses que es el vino y deleitarse el paladar con una cata que siempre resulta exquisita.
Si no tienes la suerte de poder disfrutar de las Sonrisas de Ute Mergner en su emplazamiento original, puedes hacerte con ellos a través de su web, www.ute-vino.com o en páginas especializadas en la venta de vinos ecológicos de la zona como alegrias.shop.
