Los trabajos iniciales consistirán en el derribo del edificio que actualmente existe y la construcción de uno nuevo unos metros más atrás, con lo que se ganará en anchura para la vía, alineando este tramo con el del resto de edificaciones. La habilitación de un espacio para un nuevo transformador eléctrico, en caso de terminarse los trámites administrativos con Endesa, así como la construcción de un nuevo acerado completan las actuaciones, como ha especificado el Ayuntamiento.
La demolición del muro actual no está incluida en el Plan Proteja, puesto que se precisa la contratación de una empresa especializada en estos cometidos, algo que se hará posteriormente. La primera fase de los trabajos estará concluida en diciembre, mientras que para llevar a cabo la segunda (demolición muro y construcción de acerado) se esperará a que pasen las fechas navideñas, dado que no se quiere perjudicar al tráfico en la zona durante este período especialmente intenso.
Una vez concluidas estas obras, los trabajos en el museo se reanudarán con la inversión de los más de 600.000 euros que el Ayuntamiento ha solicitado al Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Reuniones
José María Román, junto a la delegada de Fomento, María de los Ángeles Polanco, se reunió con los miembros de la comisión del museo en las propias dependencias, donde los técnicos explicaron el trabajo que se estaba realizando y la labor que en los próximos meses tendrá lugar. El regidor destacó los cometidos que estaba llevando a cabo la comisión y cuyos frutos ya se comienzan a ver. “Estamos en los inicios constructivos de un gran proyecto, muy importante para los chiclaneros, que tendrán un lugar para una de sus raíces históricas más arraigadas, y para el visitante, que conocerá un poco más nuestra ciudad y que podrá disfrutar de un enorme reclamo turístico”, comentó el alcalde. El proyecto total del museo tiene un coste de 1,4 millones de euros. Recoge una primera planta dedicada al mundo del vino, mientras que la segunda evocará al de la sal.