Los nervios llegan a la afición cadista, no así al equipo de Alberto Monteagudo, convencido de que están haciendo bien las cosas y, aunque hay mucho que mejorar, se debe seguir en la misma línea porque los buenos resultados deben llegar más pronto que tarde si se sigue así.
Lo cierto es que ni puede ni debe repetirse la triste imagen que el equipo ofreció ante la visita del Sevilla Atlético. Muy lejos del nivel mostrado la semana anterior en el Benito Villamarín, el Cádiz CF ni defendió ni atacó bien. No fue capaz de imponer su ritmo, de establecer una presión efectiva que robara el balón con rapidez y no tuvo orden, se movió por impulsos, pero sin las ideas claras.
Todo esto hizo que se concedieran demasiadas facilidades, una vez más, al contrario. El primer gol entra por el centro de la portería de un despistado Aulestia, que quizás no contara con el bote del balón en un césped lamentable. El segundo llega tras recoger el ariete sevillista un rebote en el poste. ¿Qué hacía Álex Rubio totalmente solo en el área?, esa pregunta es la que debe plantearse el equipo local para encontrarle respuesta y no permitir que vuelva a repetirse nunca más.
Y no puede repetirse porque los rivales no perdonan y el equipo gaditano ha caído ya hasta la sexta posición. El empate del CD San Roque de Lepe en su visita al hasta ahora feroz Cartagena ha hecho que los leperos adelanten al Cádiz, que también tiene por delante al propio Cartagena, el Arroyo, el Real Jaén y el Almería B. Además, el filial sevillista y el Albacete se han situado a un solo punto de los amarillos, que ya ven al líder con ocho puntos más y a demasiados rivales en busca de las cuatro primeras posiciones para fase de ascenso.