Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de los términos sevillanos del Ronquillo y Aznalcóllar se han incautado de cinco escopetas usadas en el marco de una cacería de la modalidad de "batida de jabalíes" en la que, sin embargo, también se abatieron ciervos "sin contar con la debida autorización".
Según ha informado la Benemérita en una nota, de las cinco escopetas incautadas, una se encontraba abandonada en un zarzal, lo que supone una "infracción administrativa grave" del reglamento de armas, y las otras cuatro "carecían de la debida documentación".
Además, las personas que participaron en dicha cacería, según el Instituto Armado, también "se excedieron de los límites del terreno delimitados para la actividad", ya que situaron "puestos" fuera de éstos.