“El helicóptero Lynx, embarcado en la fragata Constitución, rescató hacia las 13.00 horas (16.00 GMT) un soporte utilizado para la acomodación de cargas en aviones (pallet), de aproximadamente 2,5 metros cuadrados, y dos boyas”, según un comunicado divulgado por la Fuerza Aérea Brasileña, que dirige las operaciones de búsqueda.
“El helicóptero hizo el primer rescate y transportó el material al navío, en donde se podrá evaluar si pertenece o no al avión”, dijo el brigadier general Ramón Borges, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la Fuerza Aérea Brasileña, en declaraciones a la televisión Globo.
El oficial indicó que todo el material rescatado será llevado hasta Fernando de Noronha y posteriormente a la ciudad de Recife, en donde será puesto a disposición de los investigadores franceses. “Hasta ahora no hay informaciones de que hayan sido avistados cuerpos o supervivientes”, agregó el brigadier general.
Las búsquedas en la región del accidente están a cargo de tres navíos de la Marina, que ha enviado un total de cinco barcos al área, y de diez aeronaves de Brasil, Francia, España y Estados Unidos que patrullan el Atlántico.
La Marina concentró la búsqueda en el mar en un área circular con un radio de 120 millas náuticas y centro en el local en donde la Fuerza Aérea Brasileña localizó el pasado lunes una franja de cinco kilómetros con restos y manchas de aceite y combustible.
De momento, siguen sin aclararse las causas del accidente aéreo. Algunos expertos estiman que los restos encontrados por el Ejército de Brasil ofrecen la prueba de que el avión se estrelló contra el mar, otros por el contrario dicen que demuestran que el aparato explotó en el aire.
Mientras la prensa de Francia y de Brasil publicaban ayer declaraciones no coincidentes de expertos aeronáuticos, los encargados de la investigación gala mantienen silencio sobre las últimas averiguaciones. Precisamente a falta de explicaciones oficiales, los medios de comunicación franceses, y también los brasileños, ofrecen detalles oficiosos de lo que pudo ocurrir.
Lo único concreto que se sabe y que ayer reiteró Jean-Cyril Spinetta, presidente de la compañía Air France, es que resulta imposible que haya supervivientes del vuelo AF447, porque el aparato se desintegró.