Los ministros de Interior y Justicia comunitarios establecieron un sistema de intercambio de información entre los países europeos a fin de que todos tengan a su disposición el conjunto de datos sobre qué personas llegan, cuál es su posible riesgo para la seguridad, dónde residen y cómo es su proceso de integración.
En su conjunto, los Estados europeos interesados darán acogida a “varias docenas” de ex detenidos, según avanzó el ministro checo del Interior, Martin Pecina, que presidió la reunión.
España y otros países comunitarios han mostrado interés en acoger a algunos detenidos, aunque en el caso español aún no han comenzado las conversaciones con Washington sobre cuántos llegarían o quiénes serían, según el secretario de Estado español de Seguridad, Antonio Camacho.
Camacho insistió en que todavía “no hay decisión” sobre cuántos de los actuales presos podrían llegar a España, aunque una ONG que ayuda a esas personas ha avanzado que cuatro de ellos estarían interesados en esa posibilidad.
Varios ministros comunitarios recalcaron en el debate de ayer la importancia de enviar “un mensaje positivo” al presidente estadounidense, Barack Obama, que se ha marcado el objetivo de cerrar para enero próximo el centro de detención de Guantánamo, cuya mera existencia se considera un argumento a favor de los radicales islámicos.
Para Camacho, el acuerdo alcanzado ayer supone “un apoyo” a Obama y al profundo cambio de su política antiterrorista centrada en el respeto a los derechos humanos.
Las personas acogidas en países comunitarios serán las que EEUU catalogue como “aptas para la liberación”, en base a que no tenga prueba alguna de su relación con el terrorismo.
El secretario de Estado español de Seguridad señaló que el representante especial de EEUU para negociar el traslado de presos, Daniel Fried, viajará a España para tratar esta cuestión en una fecha que aún no está precisada.
“Hablaremos con Estados Unidos, y en su momento y si es procedente el Gobierno español adoptará la decisión que considere conveniente. Pero no hay ninguna decisión en cuanto al número”, insistió.
Camacho insistió en que cualquier decisión sobre la llegada de algunos de los detenidos de Guantánamo (Cuba) debe hacerse “con las máximas cautelas” y “garantizando la máxima seguridad”.
Explicó que las personas que sean acogidas en Europa deben cumplir una serie de requisitos: no tener cargos criminales pendientes, no querer quedarse en Estados Unidos y no poder volver a sus países de origen por miedo a detenciones arbitrarias.
Camacho consideró “obvio” que las personas que puedan tener “una relación particular con España probablemente estén a la cabeza de la lista de aquellos que puedan ser acogidos”.
Añadió que el acogimiento se hará de acuerdo con la legislación europea y también con las normas nacionales.
Las normas de la Europa sin fronteras de Schengen permiten que algunos países de la UE puedan impedir que los ex detenidos entren en sus territorios.