Al menos 45 personas murieron hoy en el tercer naufragio en el Mediterráneo en tres días, un suceso que ocurre en una semana de incesantes flujos de llegadas y en la que han sido rescatadas más de 12.000 personas.
La Marina Militar italiana confirmó hoy la recuperación de 45 cadáveres en una difícil operación en el Mediterráneo en la que fueron salvadas 135 personas.
A estas horas, las unidades de la Armada italiana siguen peinando la zona en busca de posibles desaparecidos.
Se trata del enésimo naufragio que ocurre en los últimos tres días en el Mediterráneo, después de que el miércoles murieran cinco personas y el jueves, al menos quince, según constataron desde la fragata española "Reina Sofía", que participó en las labores de rescate de los supervivientes.
El suceso de este viernes se produjo cuando las unidades de la Marina Militar italiana avistaron una embarcación que ya estaba en proceso de hundimiento a pocas millas de las costas de Libia.
La Nave Vega de la Marina italiana comenzó entonces con las labores de rescate de las personas que habían caído al mar, aunque solo pudieron salvar a 135.
Es una nueva tragedia que pone de manifiesto el drama migratorio y la crisis a la que se enfrenta Europa.
Esta operación llevada a cabo por la Marina italiana es solo una de las 17 que se han efectuado este viernes en el Canal de Sicilia, zona que separa la isla de Sicilia y la costa africana de Túnez, según informaron los guardacostas italianos en un comunicado.
La Guardia Costera explicó que en las otras 16 operaciones fueron asistidas más de 1.900 personas.
Todas las operaciones fueron coordinadas por el Centro Nacional de Socorro de la Guardia Costera de Roma, perteneciente al Ministerio de Transporte italiano y en ellas participaron unidades de la Guardia Costera, tres de la Marina Militar italiana, tres remolcadores, una nave mercante y dos embarcaciones de organizaciones no gubernamentales.
Por su posición geográfica, próxima a las costas de África, Italia es vista por muchos inmigrantes y refugiados como un puente natural con Europa.
En los últimos días, el buen tiempo y las buenas condiciones del mar han permitido que miles de personas hayan optado por cruzar el Mediterráneo para huir de sus países en conflicto y llevar a Viejo Continente.
También las mafias y los traficantes de personas han elegido esta vía italiana, después de que la ruta por Grecia haya sido cerrada por la Unión Europea.
Solo en la última semana, sin contar con los 2.000 rescatados hoy, han sido asistidas más de 10.000 personas.
Además, en la última semana se han conocido historias como la de la niña de nueve meses que ha llegado sola a la isla italiana de Lampedusa junto con otros inmigrantes de Mali, después de que su madre muriese durante la travesía en el Mediterráneo por las quemaduras del carburante.
A su llegada a Lampedusa, la niña fue entregada al doctor Pietro Bartolo, el médico que trabaja en esta isla italiana, la más cercana a las costas africanas que además es protagonista de la película sobre el drama de la inmigración "Fuocoammare", dirigida por Gianfranco Rosi y ganadora del León de Oro en el último Festival de Berlín.
La niña se encuentra todavía en la isla a la espera de que las autoridades decidan su destino, aunque Bartolo ya se ha mostrado dispuesto a adoptar a la pequeña.
Pero no ha sido la única historia que ha saltado a la palestra informativa.
También se han podido ver fotos del vuelco de un pesquero con cerca 600 inmigrantes a bordo mientras se realizaban las tareas de rescate, el miércoles, el suceso en el que murieron cinco personas.
En esta ocasión, el hundimiento se produjo después de que los inmigrantes y refugiados de a bordo se agolparan todos a un mismo lado del pesquero al ver que se acercaban a ellos embarcaciones a rescatarles.