La campaña de pesca del atún rojo de las cuatro almadrabas gaditanas, dio comienzo el pasado 26 de abril. Desde entonces, las cuatro almadrabas de la Janda, Barbate, Conil, Zahara y Tarifa han estado faenando hasta que han alcanzado la cuota de pesca asignada a cada una de ellas. Mañana es Zahara quien saldrá por última vez esta temporada para agotar su margen de pesca.
Tres de las almadrabas, Conil, Zahara, y Tarifa, se encuentran agrupadas y realizan una gestión conjunta. Estas Almadrabas realizan el sacrificio del atún durante la campaña de pesca trasbordando parte de las capturas a un buque (con bandera de tercer país) de su cliente japonés donde se realiza el procesado y congelación del atún. Otra parte de las capturas son desembarcadas en el puerto Barbate donde se ronquean y congelan para su comercialización directa por empresas nacionales.
La otra almadraba, la de Barbate, que es propiedad al 50% de una importante empresa gaditana, Petaca Chico, no sacrifica todas las capturas durante el periodo de pesca, sino que la mayor parte, unas 4.000 piezas, las mantiene vivas en el agua mediante enormes piscinas de red fondeadas donde procede a engordar los atunes durante el verano y finaliza la campaña con el sacrificio de los atunes enjaulados, que se realiza en los meses de septiembre y octubre.
Una vez que las cuotas para la captura de atún de almadraba han sido consumidas, el atún que aun permanezca vivo en el interior del arte de pesca debe ser liberado.
El empleo generado por las cuatro almadrabas es fundamentalmente estacional desde febrero a julio ya que se incluyen las fases de montaje y desmontaje de las almadrabas.
La actividad incluye además riqueza económica y laboral en otros sectores como la industria procesadora, congeladora y comercializadora, que comercializan atún rojo durante todo el año, la industria auxiliar naval, que aporta el alimento a los atunes vivos que Barbate mantiene para su engorde, y el turismo que aprovecha la creciente popularidad del producto como reclamo gastronómico y lúdico relacionado con el atún.
En total, estamos hablando de más de 400 empleos entre fijos o fijos discontinuos directos que dependen de la actividad de las almadrabas.
De acuerdo con Reglamentación Comunitaria, la Secretaria General de Pesca debe inspeccionar el 100% de las operaciones de pesca y sacrificio que se realicen en esta pesquería. En Cádiz esa labor se realiza por el Servicio de Inspección de Pesca de la Dependencia de Agricultura y Pesca de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz en colaboración con la la patrullera Guadalete del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
En la visita que el subdelegado ha realizado, los inspectores le han explicado que las almadrabas gaditanas presentan un altísimo grado de cumplimiento de la normativa destacando su colaboración con los inspectores de pesca.
La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICCA) más conocida por sus siglas en ingles ICCAT, es la Organización Regional de Pesca responsable de establecer las normas para el ejercicio de la pesca de atunes en el O. Atlántico y el Mediterráneo. Debido a la situación de sobrepesca a la que se estaba sometiendo al atún rojo la ICCAT adoptó en 2012 un Plan de Recuperación Plurianual actualmente en vigor con las modificaciones que se han ido introduciendo a medida que los informes científicos certificaban la recuperación del stock.
En España esta importante pesquería afecta a todos los caladeros ya que puede capturarse según la época del año tanto en el Cantábrico el Mediterráneo, Canarias, Golfo de Cádiz y Estrecho de Gibraltar.
La cuota que corresponde a España es una parte de la que corresponde a la UE en su conjunto.
En total estamos hablando de 5.532 toneladas, un 10,64% más que el año pasado. De ellas, a Cádiz le corresponden 1.342 que finalmente han resultado ser las 1.891 toneladas mencionadas anteriormente derivado a la compra de las cuotas del cantábrico.