Apenas 24 horas después de admitir tener constancia de “indicios serios” de planes de atentado, el ministro del Interior, Thomas de Maizière, compareció nuevamente ante los medios, esta vez tras la alarma desatada por la detección de un supuesto explosivo en un vuelo de Air Berlin, la segunda mayor compañía aérea alemana.
“Los controles han funcionado y eso es una buena noticia”, indicó el ministro, una hora después de que el departamento de Investigación de lo Criminal (BKA) informase del hallazgo del artefacto.
De acuerdo a su línea de extrema cautela, Maizière evitó avanzar conclusiones, a la espera del informe completo de las autoridades de Namibia, ya que por el momento, dijo, se desconoce si se trataba de un artefacto preparado para estallar.
Según el comunicado difundido por el BKA, el mecanismo consistía en una batería, un cable, un detonador y un reloj.
El artefacto fue detectado ayer por los servicios de seguridad del aeropuerto de Windhoek, la capital de Namibia, en el interior de un equipaje que iba a ser cargado en ese vuelo, con destino a Múnich y con 296 pasajeros a bordo, alemanes y austríacos en su mayoría.
Tras repetirse los controles del equipaje y viajeros, el aparato partió hacia Múnich.