“He estado apático, no he estado en el partido. Hoy (por ayer) me desperté con el día así”, dijo Robredo, que no obstante fue capaz de sacar su mejor juego y destrozar físicamente a González, por 4-6, 7-5, 6-1 y 6-0 y lograr los octavos por séptima vez en su carrera.
González, 71 del mundo, uno de los cuatro jugadores nacidos en Tandil que este año han revolucionado este Grand Slam, y del que solo queda vivo Juan Martín del Potro, ganó el primer set y opuso una gran resistencia en el segundo, pero después de perderlo, destrozó su raqueta y acabó físicamente hundido para bajar los brazos a las dos horas y 26 minutos.
“Aquí me siento muy apoyado, por mi padre, por Albert (Costa) y por Francis (Roig). Lo importante es superar estos días y ahora que he logrado mi primer objetivo que era alcanzar la segunda semana, quiero obtener el segundo, que es llegar a las semifinales, algo que nunca he hecho en mi carrera y que sería muy bonito”, dijo el de Hostalric.
Robredo habló así antes de que se produjera el resultado más sorprendente en lo que se lleva disputado el torneo, la eliminación del serbio Novak Djokovic, cuarto favorito.