Hay que recordar que se han alzado voces en contra y que han llegado incluso a la Unión Europea; en este sentido, es también una realidad que el Parque Natural del Estrecho se iba a resentir con la aparición de la nueva dársena. La ampliación del Puerto de Tarifa tenía en cambio el visto bueno de los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP, que ayer lamentaron enormemente esta negativa al considerar que se pierde una gran oportunidad de desarrollo y sobre todo de creación de empleo en la zona.
Estaba claro que existía una vez más la dicotomía entre desarrollo y empleo frente a conservación del medio ambiente. Quizá a este proyecto le ha faltado un gran consenso entre todos para sacarlo adelante; o quizá es que esta vez, contra pronóstico, la balanza ha caído hacia el lado del medio ambiente.