Se trata, ante todo, de poner al mal tiempo buena cara. La simpatía y el desparpajo de estos bomberos alegrará la vista a un buen número de señoritas -y señoras- al tiempo que ayudará a aquellos que luchan por exterminar este mal.
En total, unos 40 efectivos han participado en la experiencia. La fotógrafa encargada de esta tarea, Blanca Morales, colabora también desinteresadamente en la iniciativa. Las doce imágenes que se corresponden con los meses del año y la portada, en la que aparecen unos 15 bomberos, fueron el resultado de una exhaustiva selección de entre 250 y 300 imágenes originales, comentaba el bombero Alberto Caballero, uno de los participantes.
La sobriedad y la elegancia han sido una de las máximas en la elaboración de ese reportaje fotográfico. Por ello, los bomberos ponen sus torsos al servicio de la lucha contra el cáncer, pero no sus cuerpos desnudos. Aquí, el erotismo es aún más sugerente. Esa era la idea de la asociación presidida por Ana Contreras.