El Unicaja de Málaga sufrió su primera derrota en el 'Top 16' de la Euroliga tras caer (75-63) en Kaunas ante el Zalgiris de Joan Plaza, en un encuentro en el que el sistema defensivo orquestado por los lituanos ahogó las ideas de los malagueños.
Tras imponerse en su estreno al Brose Baskets Bamberg, el bloque dirigido por Neven Spahija, ambicioso en su llegada a territorio báltico, no pudo nunca encontrar buenas sensaciones en el duelo, ante un equipo correoso que solo ha perdido un partido en su cancha en la máxima competición continental.
Y es que en un escenario intimidatorio, ante el club que más aficionados lleva a su cancha en la presente edición de la Euroliga, Unicaja salió nervioso, titubeante en ataque ante la trabajada tela de araña planteada por Joan Plaza, que resultó letal en los primeros compases (15-8, min.6).
El cuadro andaluz abusaba del tiro de tres viendo que los bálticos colapsaban perfectamente la 'pintura', pero por suerte para los malagueños comenzaron a abrirse algunas grietas. Zoran Dragic supo interpretar la situación y contrarrestó el buen hacer de Tremmel Darden (ex jugador de Unicaja) y Mindaugas Kuzminskas (14 puntos) en los locales.
Los lituanos controlaban el ritmo y, apoyándose en un ataque coral, amenazaron con la fuga en el electrónico (28-19, min.12). Sin embargo, Earl Calloway (11 puntos) acudió raudo al rescate con cinco puntos consecutivos. Su reacción contagió a Unicaja, que subió su nivel defensivo y tiró de oficio para llegar vivo a la media parte (34-30).
De nuevo el comienzo de cuarto supuso un desafío para la resistencia visitante. En apenas un minuto, Zalgiris se volvió a marchar por ocho puntos pero Dragic (9 puntos y 6 rebotes), el corazón de su equipo en el 'infierno' lituano, inició de nuevo la remontada.
Con sufrimiento y merced en gran parte al acierto de sus aleros y la puntual inspiración de Fran Vázquez (6 puntos y 7 rebotes), los malagueños nivelaron de nuevo el partido (45-45, min.26). Pero aún quedaba otro tirón de los pupilos de Plaza. Y sería el definitivo, el que llevaría a los bálticos a sumar su primer triunfo en el 'Top 16', antes de visitar Madrid la próxima semana.
Con beneplácito de Plaza, Oliver Lafayette (9 puntos y 4 robos) se encargó de meter una marcha más sobre la cancha y esta vez Unicaja no resistió. Un monumental atasco, con apenas cinco puntos en los siete primeros minutos (67-56, min.37) del último período, firmó la sentencia del equipo de un Spahija desesperado en la banda.
Marcus Williams, muy desacertado todo el encuentro, trató de obrar el milagro pero lo que se encontró el Unicaja fue el último huracán local, personificado en la figura de Paulius Jankunas (11 puntos), que acabó transformando la derrota en un severo castigo final.